Teruel

memoria

Un libro muestra a través de 490 fotos cómo era el Teruel del desarrollismo

El volumen, el tercero de la serie 'El Teruel que fue', recopila fotografías antiguas cedidas por los turolenses sobre los años sesenta y setenta del siglo XX.

Manifestación de adhesión a Franco en 1970 en la plaza del Seminario, una de las fotos incluidas en el libro.
Fidel Cantín

Las 490 fotos antiguas recogidas en el libro ‘El Teruel que fue’ repasan la historia de la capital turolense desde 1968 a 1975, los años del desarrollismo y del crecimiento urbanístico hacia el Ensanche y San León. La publicación, obra de los fotógrafos Juan Carlos Navarro, Agustín García y Fernando Hernández, se presenta hoy, jueves, en el Ayuntamiento a las 19.30.

El volumen es el tercero de una serie dedicada a recopilar fotografías que muestran la evolución de la ciudad y de su sociedad desde finales del siglo XX hasta el final del franquismo. En total, los tres autores han recopilado y mostrado 1.550 instantáneas a través de las tres entregas de ‘El Teruel que fue’.

El último libro de la trilogía, subtitulado ‘Un paseo fotográfico por el Teruel del siglo XX (1968-1975)’, supone, según Fernando Hernández, un recorrido «gráfico» por la transformación de la ciudad durante la última etapa del franquismo. Explica que, aunque inicialmente pensaban publicar un solo volumen, «gracias a la colaboración de los turolenses que han prestado sus fotos y recuerdos», el proyecto se ha plasmado en tres libros y no descartan una cuarta entrega.

Fernando Hernández añade que, a raíz del primer tomo publicado, dedicado al periodo 1895-1957, ha habido numerosos vecinos que han contactado con los autores para prestar sus fotos familiares para el proyecto. «A veces, las fotos aparecían en el fondo de una lata antigua de conserva de membrillo», comenta Hernández. También el Ayuntamiento ha aportado materiales.

La avalancha de fotografías ha superado las posibilidades del espacio disponible. Juan Carlos Navarro explica que, para cerrar el tercer tomo, ha habido que «quitar muchas fotos» de entre todas las recibidas.

Navarro indica que la publicación tiene «muchas lecturas», empezando por su faceta de «libro de historia». Señaló que la obra también se puede disfrutar «en familia» como un recorrido por caras y lugares conocidas de un pasado reciente.

La publicación sirve para saber «cómo fuimos» y explicar el Teruel presente. Juan Carlos Navarro reconoce que abrir las página de ‘El Teruel que fue’ es una llamada a la «nostalgia» al mostrar una ciudad que ha cambiado mucho, pero que muchos turolenses recuerdan.

Imagen de la Glorieta de Teruel de 1971, antes de su última reforma.
Archivo de la familia Fernández Terrado.

Además de mostrar la transformación urbana, el libro incluye numerosas fotos de grupos de personas y de actividades y actos públicos que permiten descubrir caras conocidas de familiares, vecinos y amigos. Las imágenes están acompañadas de datos que las contextualizan, aunque Navarro lamenta que los archivos de los periódicos del Teruel del periodo 1968-1975 no estén digitalizados para que sean accesibles desde internet.

El libro se complementa con un gran plano turístico de la ciudad editado en 1936 y que ni siquiera llego a distribuirse al estallar la Guerra Civil.

Entre las fotos más singulares de la colección incluida en el tercer volumen, figura una imagen de la iglesia de San Miguel abierta al culto –lleva cerrada cuatro décadas y está en ruinas–, una vista general de la ciudad tomada desde la ermita de Santa Bárbara –que ocupa la portada–, los paseos amantistas que fueron un remoto precedente de Las Bodas de Isabel, una manifestación de adhesión a Franco o distintas estampas vaquilleras.

La alcaldesa, Emma Buj, resalta el «valor extraordinario» del libro para asentar la memoria de la ciudad y agradece la «dedicación» de los tres autores. Para Buj, «es fundamental conocer de dónde venimos para saber dónde estamos y dónde queremos ir». Resalta que en esta tercera entrega de la serie, además de las estampas urbanas, se incluyen numerosas imágenes que muestran «la vida social de la ciudad».