Aragón pueblo a pueblo

Alobras quiere ser hotel de su rincón y cuarta pata de un banco incansable

El nuevo proyecto de apartahotel, cafetería y restaurante en este pueblo de la esquina del suroeste turolense quiere dar opciones al visitante para apreciar con calma la belleza de la zona

En Alobras hay poca gente censada y menos viviendo todo el año, una constante en el medio rural aragonés, pero el municipio está dispuesto a echar la pelea para no resignarse a una suerte que parece inexorable en tantos y tantos casos repartidos por Aragón. La unión con los municipios cercanos en ilusiones comunes es de ésas que hacen la fuerza... y hay más.

Luis Carlos Valero es alcalde desde 2015: antes fue teniente de alcalde. Tiene un taller en Teruel, donde consume su jornada laboral. "De Alobras es mi esposa, yo soy de Teruel. Entrar en contacto con el ayuntamiento vino de intentar aportar todo lo posible a las mejoras del pueblo que me acogió hace ya mucho tiempo; tengo 50 años, no soy un chaval, pero sí bastante más joven que la mayoría de las personas que viven allá, quería traer ideas nuevas y, al mismo tiempo, cuidar tradiciones. El recurso de la subasta de madera, por ejemplo, todavía tiene importancia en nuestro pueblo. La resina no, el pueblo resinero era nuestro vecino, Tormón; una actividad muy dura".

Luis Carlos no para un segundo en el taller, atendiendo solicitudes y revisando que todo esté en orden, pero nunca pierde de vista las necesidades de Alobras, por las que pelea directamente en la capital de la provincia a la hora de solicitar subvenciones. "Todo lo que se hace en el pueblo llega gracias a ayudas del FITE y otras subvenciones y fondos de DPT o DGA, amén de aportes de recursos propios. Eso sí, somos muy poquitos, apenas una veintena en el día a día; los que pasan el tiempo de manera habitual en Alobras son el verdadero pilar del pueblo. Mantenemos ciertos servicios, como el médico y la enfermería dos días a la semana; el pan viene de Salvacañete en Cuenca, y el ‘ademuzero’ viene desde Valencia con la fruta, la verdura y otras viandas. En verano llega más gente y estos servicios se hacen algo más frecuentes en determinadas fechas".

La fiesta patronal es para la Virgen, como en casi toda España, con una gran comida de hermandad el 18 de agosto, el evento más popular del año; los vecinos aportan de todo. "El ayuntamiento sufraga orquestas, permisos y seguros en las fiesta; a veces la comisión también trae toro para un encierro. Se hace una procesión a la ermita de San Roque, sencillita pero muy valorada aquí. Hubo mucha emigración a Barcelona en todo nuestro rincón; ese día vuelven muchos y es algo entrañable, aunque el número de asistentes ha bajado en los últimos años".

Luis Carlos recuerda a sus antecesores por los aportes hechos al pueblo, y también llama la atención sobre un futuro referente. "De Bruno, Lucio y Avelino, al que yo sucedí, solo tengo buenas palabras, cada uno aportó lo suyo. Samuel, el secretario, con raíces en Alobras, también ha sido fundamental para muchos logros del pueblo. Por otro lado, hay un chaval, David, que ha sido seleccionado con el número 1 para el último Zara Project de Amancio Ortega".

Con el bajón del ganado, Alobras pone la ilusión en un nuevo proyecto; el apartahotel con cuatro habitaciones, multiservicio, cafetería y restaurante. "Daría vida al pueblo y a toda la zona. Hay mucha caza: ciervo, corzo, cabra montés, gamo… para BTT esto también es un paraíso. Cuando entré de alcalde, en las primeras patronales, mandé cartas a los alcaldes colindantes para abordar proyectos juntos, hacer peticiones juntos… así hemos ido haciendo fuerza con Tormón, Veguillas de la Sierra y El Cuervo; cosas concretas, como el trail la Batalla de Teruel que volvimos a hacer en mayo, o el acceso entre Alobras y El Cuervo, que necesita quitamiedos y asfaltado. Así llegaríamos todos bien a su piscina; el mejor frontón lo tenemos nosotros, Tormón el acceso a los Estrechos del Ebrón, Veguillas con La Cruz de los Tres Reinos… la idea es elaborar un tríptico para promocionar toda la zona. Aquí puedes venir por el rodeno, una zona muy bonita pero una carretera estrecha y sinuosa, y hay otra ruta más cómoda, pero más larga también".

Emilio, un hombre feliz

Emilio Olid es concejal del ayuntamiento, se ha jubilado recientemente de Endesa, donde era ingeniero de mantenimiento; entró a los 14 años en la empresa y recorrió toda España por su trabajo, 10.000 horas de vuelo en helicóptero; también hizo tareas formativas y supervisoras en materia de inmersión. Al igual que el alcalde, su ligazón con Alobras viene por matrimonio. "Estoy feliz aquí pr la tranquilidad; al principio mi mujer no quería venir, porque los nietos están en Barcelona, pero estamos muy a gusto. Mi lugar favorito de Alobras está en la parte trasera de mi casa; un taller donde hago herrería, carpintería… también tengo huerto: nada con flor, pero sí verduras todo el año. Esto es un pequeño paraíso". Alobras asiente serena a las palabras de su ingeniero jubilado, que no es el único en sentir lo que siente: hasta seis médicos hay con casa en e pueblo. Cuestión de salud.

El Pino Ramudo, un icono recién perdido que aún cautiva

Es complicado seguir ganando batallas después de muerto, pero a veces se consigue tal hazaña; lo hizo el Cid Campeador y, en una medida mucho menos épica, lo ha hecho el Pino Ramudo de Alobras. Situado en una de las salidas del pueblo, se yergue todavía majestuoso a pesar de la herida mortal que le causara un rayo durante una tormenta eléctrica. El impacto causó un curioso y cruel efecto; este gran árbol fue quemándose por dentro, mientras su corteza resistía a las llamas, y la batalla por la vida duró varios años, los mismos en los que el Ramudo se negó a morir. Finalmente, hace año y medio, se secó por completo; hacía ya un tiempo que los niños (y algunos adultos) se metían curiosos en el tronco hueco, donde cabe tranquilamente un adulto, con las grandes ramas cayendo inertes a los lados y los restos de madera quemada agolpados a los pies del gigante. Su visión sigue constituyendo una metáfora de la lucha por la supervivencia y la rara belleza que se esconde muchas veces detrás de una imagen triste por antonomasia. P. F.

En datos 

Comarca: Comunidad de Teruel

Población: 62

Distancia a Teruel: 43 km

Los imprescindibles

El gran olmo

Es una imagen clásica: los vecinos de un pueblo con árboles singulares y gigantescos midiendo el grosor del tronco en abrazos. Alobras tiene un olmo gigantesco, de los tres más grandes de España aún vivos, delante de la parroquia.

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