Un informe confirma que el Igor el Ruso tendió una emboscada a los agentes y disparó muy cerca

El criminal se escondió y apuntó a una distancia de entre 1,5 metros y 35 centímetros en áreas vitales. La Fiscalía de Italia interrogará a Feher este viernes en la cárcel de Zuera.

Igor el Ruso entra en el furgón policial tras confesar los crímenes ante la juez este domingo.
Igor el Ruso entra en el furgón policial tras confesar los crímenes.
Jorge Escudero

Un nuevo informe del Laboratorio de Criminalística que se ha incorporado al sumario del caso del triple crimen de Andorra confirma que Norbert Feher, alias Igor El Ruso, habría tendido una emboscada a los dos guardias civiles, Vícto Romero y Víctor Jesús Caballero, y que les disparó muy cerca de zonas vitales no protegidas por el chaleco sin apenas darles opción de reaccionar. Concretamente, a una distancia mínima de 35 centímetros y un máximo de metro y medio aunque, por el momento, son estimaciones que deberá precisar con detalle otro informe del Instituto de Medicina Legal que aún debe incorporarse a la causa y que analizará la ropa y las heridas de bala.

Con las nuevas averiguaciones queda claro que Norbert Feher no disparó para defenderse porque los agentes abrieron fuego primero, como dijo en su declaración ante la jueza en Alcañiz, sino que claramente les tendió una emboscada. Sus disparos fueron certeros a zonas vitales no protegidas. Es decir, que supuso que eran guardias civiles que llevaban chalecos antibalas y que por eso apuntó a partes del cuerpo que sabía que no estaban protegidas y que les podía causar la muerte. Hay que recordar que el criminal es un experto en armas y tiene preparación militar.

Por el número de disparos de uno y otros también queda patente que los guardias no le vieron cuando salieron de su vehículo porque el Ruso les tendió una trampa permaneciendo en una zona oscura que quedó fuera de las luces de los coches. Los dos agentes dispararon en 18 ocasiones y no le hicieron ni un rasguño.

Todo parece indicar que el criminal apareció por la izquierda del coche de los agentes porque Víctor Romero, que era el conductor del vehículo, tan solo pudo disparar cuatro veces. Sin embargo, su compañero Víctor Jesús Caballero, que estaba en el lado del copiloto, utilizó su arma en 14 ocasiones porque, posiblemente, tuvo unos segundos más de reacción al estar parapetado en el coche.

Por otro lado, el informe del Laboratorio de Criminalística también determina que el chaleco de Romero, que era de su propiedad, no falló. Así lo explica el abogado de la AEGC que representa a su viuda e hija, Jorge Piedrafita. "Igor el Ruso les disparó a matar en zonas vitales fuera de la protección, sabía lo que hacía. Hay que ser muy preciso y tener mucha sangre fría", comenta. De hecho, dos proyectiles fueron extraídos de las placas protectoras del chaleco.

Respecto al chaleco de Caballero, el informe sigue dejando dudas sobre las causas por las que fue perforado. Los disparos están en una zona de tela que sirve para acomodar el chaleco en el interior del pantalón y no como protección pero hay que tener en cuenta que, tal y como ya certificó otro informe, "le quedaba pequeño" y, por tanto, no se le adaptaba a su cuerpo. Portaba un chaleco de talla L cuando por su fisionomía necesitaría como mínimo una XL por lo que no le cubría todas las zonas que sí haría un equipamiento de su medida.

Italia le interrogará en Zuera

Este viernes se podrían conocer más detalles de lo que hizo el Ruso antes de llegar a España. Una delegación judicial de Italia, formada por 2 fiscales de Bolonia y 7 carabinieri, le interrogará en la prisión de Zuera en relación a los delitos de los que se le acusa en el país alpino aunque solo entre dos fechas concretas, del 30 de marzo al 4 de abril de 2017: uno de los dos asesinatos que cometió en Italia, dos atracos y un robo.

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