Teruel

La reparación de San Francisco se pospone hasta final de marzo

El proyecto de restauración de este centro es una vieja demanda, tras más de un siglo sin una intervención integral.

La reparación de San Francisco se pospone hasta final de marzo
Antonio García/Bykofoto

Las obras de recuperación de la iglesia de San Francisco, el único templo gótico de la ciudad de Teruel y uno de los más relevantes de la provincia, comenzarán definitivamente el próximo mes, una vez haya disminuido la amenaza de las heladas, principales enemigas de los trabajos en el exterior durante el invierno turolense. Se iniciarán, no obstante, en la estructura interior, dado que la climatología no es todavía demasiado benigna en la capital.

La reparación de esta iglesia, que, construida entre 1392 y 1402, pertenece a la orden de los Franciscanos, es una vieja demanda de los monjes que residen en el convento anexo. Las goteras producidas por el deficiente estado de la cubierta, las grietas y la perdida de elementos decorativos son algunos de los más graves problemas que padece este templo, en el cual apenas se han llevado a cabo importantes inversiones. "Es la gran olvidada por las administraciones", recalcaba José Antonio Virto, el arquitecto que ha redactado el proyecto de reforma junto con José María Sanz. De hecho, la última gran reforma que se acometió data de principios del siglo pasado.

El proyecto de restauración, que se centrará en una primera fase en el retejado de la cubierta y la restauración de la madera del entramado, ya está adjudicado y cuenta con una partida de 300.000 euros del Fondo de Inversiones de Teruel de 2015, pero se ha decidido posponer el inicio de los trabajos hasta mediados o final de marzo debido a las adversas condiciones climáticas de Teruel.

Las primeras actuaciones se llevarán a cabo en el interior de la nave, con labores de saneamiento de la madera de la cubierta y la aplicación de un tratamiento antiparásitos. A continuación se procederá a la limpieza de la techumbre de la bóveda y posteriormente, con el buen tiempo, se acometerá el retejado y la reparación de los muros de sillería. El proyecto incluye, además, una intervención en las molduras, cornisas y gárgolas del ábside, los elementos decorativos más característicos de los templos góticos. Quedarán pendientes otras actuaciones de importancia para atajar las humedades de los muros y de la zona del ábside, cuya causa, según barajan los arquitectos, estaría en las propiedades privadas que se construyeron adosadas a la iglesia. Visible, asimismo, son las pérdidas de material que se detectan en las arquivoltas de la portada.

Virto señaló la buena disposición que existe en la Sociedad Suelo y Vivienda de Aragón –promotora del proyecto– para emprender una nuevo plan que permita subsanar todos los problemas pendientes. "Creemos necesario dar otro empujón para completar la recuperación", dijo.