El Albarracín nocturno tiene desde ayer un nuevo monumento. Se trata del castillo que marcó la ocupación musulmana de la ciudad en los siglos VIII y IX y que, gracias al ambicioso proyecto integral de iluminación que desde hace dos años lleva a cabo el Ayuntamiento en la localidad, ha salido de la oscuridad en la que se encontraba cada noche, a no ser que hubiera luna llena.

"De repente, tenemos un elemento más en el casco urbano de Albarracín cuando se esconde el sol. Antes, el castillo desaparecía y ahora podemos verlo", explicaba ayer el alcalde, Francisco Martí, poco antes de inaugurar la nueva iluminación artística.

La actuación ha costado 79.000 euros. Al igual que se hizo en las calles y en los monumentos más destacados –la catedral, las iglesias de Santiago y Santa María y parte de la muralla medieval– el castillo se ha iluminado con luces tipo led, de bajo consumo y que dan a los muros y a la enorme roca donde se asientan un cálido tono blanco, muy alejado del color anaranjado que bañaba el casco urbano distorsionando la imagen real de las construcciones.

La idea de esta nueva iluminación artística surgió hace 4 años en un seminario sobre arquitectura organizado por la Fundación Santa María de Albarracín en el que participó Louis Claire. El iluminador de la catedral parisina de Notre Dame se implicó y creó para Albarracín un diseño específico que el Ayuntamiento adapta a las peculiaridades del casco histórico en un proyecto unitario pionero en España.

El gerente de la Fundación Santa María, Antonio Jiménez, destacó la necesidad de ampliar la nueva iluminación al resto de la muralla que protegía Albarracín en el siglo XIV. Subrayó que, previamente, habría que restaurar este valioso monumento que caracteriza la silueta de la ciudad.