Tenso rescate durante 4 horas de dos hombres agarrados a un árbol para salvarse de la crecida

La barca con la que descendían volcó por la fuerte corriente tras el temporal de lluvias. Fueron salvados por los bomberos de Alcañiz en una difícil operación en la que también participó la Guardia Civil.

Dos campistas esperan a ser rescatados colgados de un árbol sobre el río Bergantes, en Aguaviva.
Dos campistas esperan a ser rescatados colgados de un árbol sobre el río Bergantes, en Aguaviva.
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Dos hombres fueron rescatados este sábado de un árbol en mitad del cauce del Bergantes a su paso por Aguaviva al que se habían encaramado tras volcar la barca con la que descendían por el río, que se encontraba muy crecido tras el temporal . El operativo, que resultó muy complicado, se prolongó durante casi cuatro horas, desde las 18.15 a las 22.10, ya de noche cerrada, por lo que fue necesario instalar un equipo de iluminación.

Los dos hombres, de mediana edad y vecinos de Andorra, se encontraban bien tras haber sido salvados, aunque con frío y con mucho estrés al llevar la ropa mojada y haber vivido una situación arriesgada. Ambos fueron atendidos por hipotermia leve en una ambulancia desplazada hasta el lugar, al que también habían acudido, dentro del operativo de rescate, 4 bomberos del parque de Alcañiz y 10 agentes de la Guardia Civil. Iban en camino equipos GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) y EREIM (Equipo de Rescate e Intervención en Montaña), pero avisados de que la operación estaba dando buen resultado, regresaron. En el último momento llegaron bomberos de Caspe (Zaragoza) entrenados en el salvamento en pantanos.

Fueron los bomberos con base en Alcañiz quienes lograron sacar del río a los dos accidentados, en una operación muy difícil en la que los propios bomberos pusieron su vida en peligro. Según informó el alcalde de Aguaviva, Aitor Clemente, quien siguió el operativo desde el lugar del suceso, el primer paso fue colocar una cuerda tensa de una orilla a otra. Después, un bombero llegó hasta las víctimas y los sujetó uno a uno a dicha cuerda mediante arneses para que pudieran deslizarse por ella. Ante el temor de que a los dos hombres les fallaran las fuerzas, estos fueron atados por separado a una segunda soga de la que fueron tirando los efectivos desde la orilla para ayudarles a salir.

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Avistados por vecinos

Los dos hombres fueron avistados sobre las seis de la tarde por dos parejas –un matrimonio y unos amigos– que residen en Aguaviva y que paseaban por las cercanías del Bergantes para comprobar los efectos de la crecida. Minutos antes habían visto la barca, tipo kayak, bajar vacía y a toda velocidad por el curso del río, algo que, al parecer, ya les puso en alerta.

En cuanto las dos parejas llegaron a la altura del cauce en la que pudieron ver a los dos hombres  encaramados al árbol, estos empezaron a pedir auxilio a gritos y  los cuatro vecinos de Aguaviva llamaron inmediatamente a los servicios de emergencia para que acudieran a socorrerlos.

Aitor Clemente, celebraba anoche que el rescate hubiera sido un éxito. "Por suerte, todo ha acabado bien", dijo. No obstante, tachó de "imprudencia" la acción de los dos vecinos de Andorra al meterse en el río con una barca. "En momentos de crecida de un río, hay que extremar las precauciones", dijo. La corriente del Bergantes era este sábado a media tarde muy fuerte. El río llevaba 59 metros cúbicos por segundo. 

Trienta vecinos siguen aislados en Olba

También el Mijares se desbordó y este sábado seguían aislados una treintena de vecinos del barrio Los Ramones de Olba, al haberse cortado el único paso rodado que hay en la zona. Además, la llegada de fuertes caudales al Arquillo, del que se abastece Teruel, obligó a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a iniciar un desembalse de dos metros cúbicos por segundo en este pantano.

Pascual Varón, vecino del barrio De Los Tarrasones, contaba este sábado que la situación en el municipio turolense de Olba es ahora mismo "impracticable" para los vehículos puesto que el ramaje arrastrado por el agua ha bloqueado el paso y destruido una pista trasera que los habitantes del barrio de Los Ramones usan para salir del pueblo. "En el nuestro (Los Tarrasones) pasarán días (si no semanas) hasta que podamos cruzar y volver a poner las pasarelas de madera", lamentaba este vecino turolense al quejarse de la "dejadez institucional" que afrontan en el pueblo. "Este verano ha habido un montón de riadas y hace cuatro años fueron once avenidas que nos han costado mucho esfuerzo y dinero de nuestros bolsillos. Vives aquí y tienes que asumir eso, pero no es justo normalizarlo", afirmaba a Heraldo.es.

El temporal deja daños y más de 1.000 ha anegadas

La borrasca que durante dos días ha descargado sobre la parte oriental de la provincia se aleja ya, pero deja ríos desbordados, grandes extensiones agrícolas anegadas, caminos de tierra impracticables y daños considerables en los parques ribereños.

El Alfambra se salió de su cauce entre Galve y Villalba Alta y más de mil hectáreas de varios municipios, plantadas de chopos y cereal o preparadas para la siembra, quedaron anegadas. La punta de la crecida de este río, que llegó a alcanzar casi 80 metros cúbicos por segundo, estuvo a punto de saltar el puente peatonal de Villalba Baja ante la mirada de los vecinos, que se acercaron al lugar.

El alcalde de Alfambra, Francisco Abril, calculó que solo en este término municipal se habrán anegado 250 hectáreas y que los daños serán "importantes" tanto en los campos como en la red de acequias y en el entramado de pistas forestales que comunica la zona y que quedará "impracticable" por el paso del agua y el arrastre de maleza.

En Alcañiz, el nivel del río Guadalope subió considerablemente debido a que el embalse de Calanda que lo regula evacuó 100 metros cúbicos por segundo desde la noche del viernes. La entrada máxima de caudal en el río se produjo este sábado de madrugada, dejando casi invisibles las pasarelas peatonales que lo cruzan.

El Martín en Albalate del Arzobispo se desbordó sobre las cuatro de la madrugada cubriendo el campo de fútbol, el parque infantil y parte del patio del colegio Román García. En el Matarraña, el temporal provocó cortes de luz en Torre del Compte la tarde del viernes, dificultando el trabajo de la hostelería de la zona.

"Lo peor ha pasado"

No obstante, desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), que gestiona los ríos turolenses que van a parar a la vertiente levantina, afirmaron que "lo peor ya ha pasado" y que las crecidas de los caudales "están bajo control".

Aunque la situación en la red viaria mejoró a lo largo del día, a última hora de ayer seguía cortado un carril de la Nacional 420 en Escucha por los desprendimientos que ocasionó la lluvia en el túnel de San Just y durante toda la mañana dos carreteras autonómicas, en Navarrete y Aliaga, seguían cerradas al tráfico por inundación.

El peligro de desprendimientos en las carreteras continúa activo en buena parte de la provincia y ello después de que una treintena de operarios de la Diputación Provincial de Teruel (DPT) retirarán este sábado rocas, tierra y vegetación que afectaban a casi 20 tramos de la red provincial de carreteras. Entre otros municipios, la DPT intervino en Torre de Arcas, Montoro, Peñasrroyas, Cubla, Riodeva, Cretas, La Fresneda, Valjunquera o Ráfales.

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