Festival de aludes de nieve húmeda en el valle de Pineta

La caída de avalanchas se ve propiciada por la abundante reserva que todavía queda en el Pirineo, unida a las continuas lluvias. 

Uno de los aludes caídos ayer en la zona de las Cascadas del Cinca.
Uno de los aludes caídos ayer en la zona de las Cascadas del Cinca.
Verónica Lacasa.

La importante reserva de nieve que todavía queda en el Pirineo aragonés y las continuas lluvias de los últimos días están provocando en el valle de Pineta, en Bielsa, todo un espectáculo de la naturaleza (no exento de peligro) con la continua caída de aludes de nieve húmeda en las horas centrales del día, cuando aumentan las temperaturas y se produce la mayor insolación. 

Desplazamientos de capas de nieve en el circo del Valle de Pineta, debido a la cantidad acumulada
Desplazamientos de capas de nieve en el circo del Valle de Pineta, debido a la cantidad acumulada

Los excursionistas que este lunes se acercaban al circo de Pineta, en la cabecera del valle, asistían atónitos a un festival de avalanchas. En poco más de media hora se han precipitado media docena en las distintas canales de la montaña, algunas de ellas desde los cortados de las Cascadas del Cinca han estado cayendo durante más de 3 minutos.

Se trata de aludes de nieve húmeda que, tal y como explica el centro Alurte de Canfranc, se producen por la fusión del manto generalmente durante la primavera. La nieve es más pesada al tener una mayor temperatura y un mayor contenido de agua líquida, y suele fluir por corredores muy determinados de las laderas que normalmente corresponden con la propia red hidrográfica, como es el caso de las cascadas, o depresiones del terreno. 

Aunque a estas alturas de la primavera se pueden desencadenar avalanchas de este tipo en todo el Pirineo, Pineta es una zona muy propicia por su extraordinaria verticalidad, con laderas muy pendientes que bajan desde la plana del lago de Marboré al fondo del valle.

En esta época del año la subida al Balcón de Pineta, uno de los puntos de atracción del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, se convierte en todo un espectáculo gracias a que todavía queda mucha nieve que se va deslizando por la montaña. Al mismo tiempo la presenciada de importantes neveros en el ascenso obliga a extremar las precauciones y solo lo hace apto para montañeros expertos, tal y como advierten los informadores del espacio protegido. 

En la primavera de 2016, un senderista vasco de 51 años falleció en esta zona del valle de Pineta al quedar sepultado por un alud. La avalancha de nieve le sorprendió cuando estaba con su mujer, pero ella pudo salvar la vida. Se produjo en la zona de las Cascadas del Cinca y era de grandes dimensiones.

Ayer precisamente la Agencia Estatal de Meteorología dio por finalizada la campaña de predicción del peligro de aludes en el Pirineo navarro y aragonés. También el centro Alurte de Canfranc ha finalizado sus boletines. Sin embargo, todavía queda mucha nieve en el Pirineo, ya que las nevadas fueron tardías. Las más intensas llegaron a partir de finales de febrero, e incluso la semana pasada volvió a haber precipitaciones. 

 

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