Asaja alerta de que Europa está "perdiendo la soberanía alimentaria"
El sindicato agrario y ganadero ha presentado el balance correspondiente a 2023, un año que finaliza "con un desánimo generalizado" por el aumento de los costes de producción y los bajos rendimientos.
Desanimado, desorientado y descapitalizado. Así termina el sector agrario en Aragón el año 2023, según el balance presentado este jueves por el presidente de Asaja en la provincia de Huesca, Fernando Luna, y el secretario general, Ramón Solanilla. Según han dicho, la actividad económica se ha reducido 1.500 millones de euros por la falta de agua almacenada y la escasez de lluvia. "La producción se ha reducido un 70% en muchas explotaciones por no haber podido hacer una segunda cosecha debido a la falta de agua, sobre todo en maíz y alfalfa", han apostillado.
Luna ha manifestado que a la hora de hablar de sequía hay que matizar. "En los cuatro primeros meses de 2022 llovió 81 litros por metro cuadrado mientras que en los mismos meses de 2023, ha sido 63 litros", ha apuntado. "Una diferencia de 19 litros no puede hacer bajar de esta forma la producción de secano", ha añadido.
El presidente de Asaja Huesca han incidido en que faltan obras de regulación, pantanos para almacenar caudales: "En el 2021 fue muchas agua al mar y en 2022 no había en los embalses". En este sentido, ha señalado que en la margen izquierda del Ebro están los pantanos llenos y "todo lo que llueva desde ahora a mayo irá a parar al mar". "El déficit de almacenaje de agua en Aragón es de 6.000 hm3", ha subrayado.
La falta de agua es uno de los motivos que provocan "unos costes de producción altísimos, unidos a un descenso generalizado del rendimiento y la bajada de los precios". El sector debe afrontar también, según Luna, una burocracia "que el agricultor de a pie no puede asumir" así como la falta de mano de obra, que en muchos casos hay que reducir porque "no se puede pagar el salario mínimo, en que en tres años se ha incrementado un 20%". "Los costes de producción han subido, los precios están estancados y las cosechas, mermadas", ha resumido el presidente de Asaja.
Asimismo, ha señalado que entre los agricultores hay "un desánimo generalizado", ya que "no sabemos hacia dónde van las políticas que se marcan desde Bruselas, sin conocer el territorio ni las circunstancias". Entre estas decisiones están las de protección medioambiental. Como ejemplo, ha puesto el maíz, "con restricciones para su cultivo mientras en los puertos están los barcos que llegan cargados desde Argentina y Brasil".
La situación en el sector ganadero es similar, según ha denunciado Solanilla. El secretario general de Asaja ha mostrado su preocupación por el convenio firmado por la Unión Europea con Nueva Zelanda para importar vacuno y ovino de explotaciones extensivas. "Los precios serán más bajos porque ahí las normativas son menos rígidas y así no podemos competir", ha dicho.
Los portavoces del sindicato han alertado de que si se compra fuera para consumir en Europa porque es más barato "vamos a perder la soberanía alimentaria, y llegarán productos sin trazabilidad, sin poder conocer los registro laborales...". "No podemos competir sin tener las mismas herramientas", han afirmado.
Ante ello, Luna ha reclamado informes de la universidad pública sobre el sector, una asignatura de agroalimentación en la enseñanza primaria y que las administraciones pongan a la agricultura y la ganadería en el centro de las políticas económicas y no en el punto de mira".
