Del lleno en Ordesa al tirón de la nieve
El cierre de las estaciones del Pirineo afecta a los hoteles a pie de pista pero la buena afluencia del puente se mantiene en los destinos de montaña con ocupaciones de hasta el 90%.
Con nieve o sin ella, el macropuente de la Constitución del 2023 ha vuelto a demostrar el tirón turístico del Pirineo en estas fechas siempre que el tiempo acompaña, como es el caso. Claro, que con las estaciones de esquí abiertas los hoteles habrían colgado el cartel de completo en todos los valles y los alojamientos a pie de pista no se hubieran resentido tanto del retraso en la apertura de la temporada de esquí.
Las calles de Jaca son un reflejo de la masiva llegada de visitantes. "Estamos en torno a un 50% de ocupación. Hace una semana estábamos a un 70-80% y de haber abierto las estaciones hablaríamos de un lleno. Hemos tenido cancelaciones pero también ha habido mucha gente que ha mantenido la reserva", resume el empresario hotelero Pedro Marco.
Donde sobre todo se ha notado es en el comercio y la hostelería, gracias también al lleno absoluto de las segundas residencias. "Se ve mucha afluencia de gente por la calle y mucho ambiente, gracias también a la decoración de Navidad, y bastante ocupación en los restaurantes", añade Marco.
Esta animación se traslada de la capital del Pirineo a las pistas de esquí del valle del Aragón, que aunque están cerradas han atraído al turismo familiar. Decenas de personas se divierten estos días en las cotas más bajas deslizándose con los trineos o jugando con la nieve, pese a que esta no sea muy abundante.
En Benasque, los empresarios señalan que algunos días los alojamientos casi se llenarán, y otros rondarán el 80%. "Los destinos consolidados de montaña han recibido a numerosos turistas. Donde más se ha notado el cierre de las estaciones es en los hoteles a pie de pista", explica José María Ciria, presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos del Valle de Benasque.
La normalidad en este valle se vio alterada el miércoles por la noche por un problema en el suministro eléctrico debido a una avería en el transformador de una subestación, con cortes intermitentes y un apagón de dos horas.
En el valle de Tena, el anuncio de Aramón de que no abriría Formigal-Panticosa también generó incertidumbre a principios de semana, "pero tras las cancelaciones sufridas, la verdad es que las plazas se volvieron a vender", asegura Jesús González, director del balneario de Panticosa, con 180 habitantes en los dos hoteles abiertos actualmente. Él cifra la ocupación en más del 90%, y además está recibiendo muchos clientes que van a pasar el día a las termas, más de 600 solo ayer.
"La gente se programa para salir estos días, haya nieve o no", comenta. "Lo habitual no era esquiar en estas fechas sino en Navidad, aunque en los últimos años ya lo habíamos cogido como una costumbre", añade González. De hecho, es la primera vez desde 2006 en que la apertura se retrasa a después del puente.
Aluvión en el Parque Nacional
Otro punto donde la afluencia está siendo masiva es en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que el jueves obligó cortar la carretera al no caber más coches en el parquin de la Pradera. Este se colapsó a las 11.00 y las personas que después intentaron entrar al espacio protegido se tuvieron que dar la vuelta. El aforo se completó con 409 coches y dos autobuses, por lo que se procedió a cerrar la entrada al valle de Ordesa desde el puente de los Navarros (A-135). Tres horas después, cuando se liberaron algunas plazas de estacionamiento, se reabrió de nuevo el paso.
Ya ocurrió en el puente del Pilar. Entonces todavía estaba en funcionamiento el autobús lanzadera desde Torla, pero los billetes se agotaron antes de las 10 de la mañana, formándose largas colas frente a las taquillas. Muchos visitantes se quedaron sin poder acceder al parque al alcanzarse el cupo de 1.800 visitantes.
