Juegos acrobáticos para despedir por todo lo alto la Feria de Teatro y Danza de Huesca
Los 30 espectáculos han logrado una gran afluencia de público y programadores. El cierre lo pondrá esta noche en el Olimpia una historia de amor y toros inspirada en la muerte de Manolete
La Feria de Teatro y Danza de Huesca se despide este jueves con el estreno de un nuevo espacio escénico que añadir a sus múltiples sedes, el Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) y la finca donada por el pintor José Beulas a la ciudad. Aquí ha tenido lugar por la mañana un espectáculo de altura, ‘Nada’, del funambulista Miguel Pollán (Nostraxladamus), ante un numeroso público que ha llenado los jardines del museo. En primera fila, atentos a sus juegos acrobáticos sobre un barco imaginario varado en tierra, estuvo un grupo de alumnos de Grañén.
La feria se cerrará en su quinta jornada con cinco representaciones. Además de ‘Nada’, en el Espacio Joven actúa la compañía francesa La Frontera y en el Palacio de Congresos hay otros dos espectáculos. Rebe al Rebés lleva al espacio exterior ‘Mar, o cómo sobrevivir a un tsunami’; y los Titiriteros dan a conocer en el Auditorio Carlos Saura ‘La Quebranta’, estrenado en el Festival del Castillo de Aínsa este verano.
La clausura, igual que la inauguración, tiene lugar en el Teatro Olimpia, el espacio escénico más icónico de la feria, con ‘Las hermanas de Manolete’, una historia de amor, sangre y toros basada en los personajes reales que rodearon la muerte del torero en 1947 y que logró seis candidaturas a los premios Max.
Se pone fin así a cinco días para disfrutar de los nuevos lenguajes escénicos, a través de 30 espectáculos de teatro, danza y circo, que arrancó el domingo en Bolea con la asistencia de 450 programadores y numeroso público. A falta de concretar el número de espectadores al cierre de la última obra, el Ayuntamiento de Huesca, organizador en colaboración con la DGA y la Diputación, habla del "éxito" de esta edición, la número 37.
Para la concejala de Cultura, Teruca Moreno, ya lo fue desde el preámbulo en Bolea. Hace cuatro años que el domingo anterior a la inauguración la feria se traslada a una localidad cercana a Huesca. "Cada vez tiene más repercusión, y explorar espacios rurales para acercar las artes escénicas ha sido un acierto indudable. La feria siempre ha querido evolucionar y buscar nuevas experiencias", declara. En cuanto a la repercusión en la ciudad, valora sobre todo la posibilidad de que los ciudadanos formen parte del certamen, además de la "gran afluencia" de profesionales que acuden a conocer los espectáculos de cara a la contratación de las compañías. Otro éxito es la apertura a diversos colectivos, como los escolares.
Por su parte, Pilar Barrio, codirectora del festival junto a Lucas Fernández, se muestra satisfecha de los "cinco días intensísimos" vividos. "Ha habido muy buena respuesta. A falta de las cifras definitivas, creo que hemos aumentado el número de espectadores", dice. En este sentido destaca la asistencia de estudiantes y el trabajo con la Escuela de Arte, cuyos alumnos se han convertido este año en jurado joven. Veinte de ellos han estado en todas las representaciones y en los próximos días darán a conocer su veredicto sobre el mejor espectáculo. "Es una de las apuestas más interesantes de esta edición", afirma Pilar Barrio.
Otra de las novedades ha sido la incorporación del Centro de Arte y Naturaleza, donde hoy se realizaron unas jornadas de formación de la Red de Teatros sobre las residencias artísticas. La finca de Beulas es escenario además de otro encuentro profesional en torno al circo, una disciplina en la que está implicado el Ayuntamiento a través de un proyecto transnacional.
