Europa financia la modernización del Camino de Santiago, que en Aragón solo recibe un 2% de peregrinos
Camfranc lidera un proyecto nacional con 17 acciones y una inversión de casi un millón de euros.
La entrada por Aragón apenas registra un 2 o un 3% de todos los peregrinos que inician la ruta jacobea en los Pirineos, el llamado Camino francés. Frente a los 2.500 o 3.000 que pasan al año por Somport, Roncesvalles (Navarra) contabiliza algo menos de 20.000 (llegó a tener 60.000) y el mayor flujo se concentra en la localidad francesa de Saint Jean de Pied de Port, que gracias a su buen trabajo del voluntariado y su oficina de información registró en 2022 casi 70.000.
El proyecto Camino de Santiago Siglo XXI, presentado este miércoles en Huesca, pretende recuperar el protagonismo del paso por Canfranc, fomentar la modernización y actualización de las rutas y mejorar la atención a los peregrinos. Liderado y coordinada por la empresa aragonesa Sargantana y desarrollada por asociaciones de amigos del Camino de toda la ruta ha sido la segunda iniciativa con mejor puntuación de las 242 presentadas a la convocatoria de Experiencias de Turismo España, recibiendo una financiación de 956.0000 euros de los fondos Next Generation.
"Aragón se tiene que creer su papel en el Camino y empezar a pensar distinto para que los peregrinos tengan facilidades e inicien por aquí la ruta", ha dicho Miguel Pérez, presidente de la Federación del Camino Francés, que agrupa a las distintas asociaciones de amigos. Ha recordado que Somport ha sido históricamente el punto de partida. "Nieve hay en muchos lugares del mundo, pero el Camino de Santiago, que transitan peregrinos de más de 170 países, solo lo tiene España". Pérez considera además que Aragón debe cuidar más su parte para volver a liderar la ruta que sale de los Pirineos.
El proyecto reúne a seis socios de Galicia, Castilla y León, La Rioja, Navarra y Aragón, en el Camino Francés, y a un séptimo formado por las asociaciones de Asturias, Cantabria y País Vasco, de los Caminos del Norte. Contempla 17 medidas en el periodo 2023-2024, desarrolladas por cada uno de los socios, pero que luego compartirán para implantar en todo el territorio.
Por ejemplo, Sargantana se ocupará del Centro de Acogida y Atención al Peregrino de la estación de Canfranc, que puede hacer cambiar el flujo de caminantes. La preferencia ha ido cambiando a lo largo de la historia en las distintas entradas por el Pirineo. Primero el protagonismo lo tuvo el Hospital de Santa Cristina de Somport, luego la Colegiata de Roncesvalles y ahora la oficina de Saint Jean de Pie de Port.
El resto de proyectos abarcan desde la preparación de la experiencia, al peregrinaje o la vuelta. En cuando a la primera, se pondrá en marcha un sistematización de la información, actualmente muy dispersa; y puntos de atención en Canfranc, Irún, Oviedo, Madrid y Pamplona para orientarlos en la ruta.
Otras acciones consisten en mejorar con cursos la formación de las personas en contacto con el viajero, como voluntarios, profesionales del turismo o cuerpos de seguridad; desarrollar herramientas digitales para los más de 700 albergues existentes (automatización del registro, información de plazas libres en tiempo real y traducción simultánea); la adaptación de estos alojamientos a la Agenda 2030; la mejora de la experiencia gastronómica, con la propuesta 'Las Estrellas del Camino'; y un asistente virtual que ayude a resolver todos los interrogantes que le puedan surgir al viajero. El proyecto incluye además encuestas a la vuelta para evaluar y controlar la experiencia y tratar de mejorarla.
No se trata de construir infraestructuras sino de invertir en mejorar la acogida, la formación y la información, ha señalado Víctor López, gerente de Sargantana, una empresa que desde 1989 trabaja en actividades en la ruta jacobea. Ha defendido el Camino como uno de los productos más diversificados y que deja más dinero, y que puede contribuir a difundir la Marca España, con peregrinos que llegan de todo el mundo y están como mínimo 33 días si quieren completar todo el recorrido.
El proyecto tiene el objetivo de captar a los peregrinos en su país de origen y facilitarles la atención desde su llegada a un aeropuerto en España a los alojamientos en los albergues. "Cada socio del proyecto tiene un presupuesto y se responsabiliza de una acción que luego beneficiará a todos, ha explicado López.
A la presentación ha asistido el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, quien ha hablado de los recursos de su municipio, como un moderno y singular albergue de 19 plazas inaugurado hace dos años tras una inversión de 600.000 euros, y un Centro de Acogida. Son recursos que ayudan a desestacionalizar el turismo y aportan economía, además de ser un elemento cultural y patrimonial.
