La sequía prolongada se extiende ya por el 85% de la cuenca del Ebro

La CHE ha reunido hoy a la mesa de seguimiento y recomienda mantener las medidas de contención, pese a que se ha frenado el vaciado de los embalses.

Una imagen del embalse de Arguis a principios de esta semana.
Una imagen del embalse de Arguis a principios de esta semana.
Verónica Lacasa

La situación de sequía prolongada afecta ya al 85% de la cuenca del Ebro, un porcentaje superior al del 61 % que había a principios de mayo, a pesar de las lluvias de las últimas semanas. La Confederación Hidrográfica ha reunido este jueves, por segunda vez, a la Comisión Permanente de la Sequía para revisar los datos y las medidas aplicadas, así como determinar las previstas para las próximas semanas. 

El organismo de cuenca reconoce los beneficios de las lluvias de los meses de mayo y junio. Si bien han ralentizado el avance de la sequía y el descenso de agua en los embalses, además de proporcionar agua para los campos, "siguen siendo necesarias las medidas de contención", precisa.

La reserva de agua embalsada encara el verano sin superar el umbral del 50% en que está estancada desde hace semanas. Este lunes era del 49,5%, 3.942 hectómetros cúbicos, 67 más que la semana pasada. El porcentaje sigue ocho puntos por debajo que cuando empezó la primavera, la época de lluvias por excelencia (a finales de marzo la reserva era del 58%), y contrasta claramente con la media de los últimos cinco años (81%).

El encuentro ha estado presidido por la presidenta de la CHE, María Dolores Pascual. Allí se ha expuesto el balance de los indicadores de la sequía correspondientes al mes de mayo, según los cuales únicamente están fuera del umbral de sequía prolongada las cuencas de los ríos Jalón y Martín.

De acuerdo a los datos aportados al final de la reunión, la cuenca del Ebro ha pasado de tener el 33 % de su superficie en situación de emergencia a principios de mayo al 42 % a principios de junio. A las cinco unidades territoriales que ya estaban en emergencia a principios del mes pasado se ha añadido la intercuenca Gállego-Cinca. Además, precisa la CHE, las previsiones meteorológicas para el verano son "inciertas", por lo que sigue recomendando "actuar con prudencia" considerando la hipótesis de "un periodo seco y cálido hasta el mes de octubre".

El pasado 7 de junio, la Confederación Hidrográfica del Ebro declaró la unidad territorial del Gállego-Cinca en situación excepcional por sequía extraordinaria, como ya había hecho con otras cuencas como las del Bajo Ebro o el río Aragón.

La CHE asegura que durante las últimas semanas ha desplegado una intensa actividad para que se sigan manteniendo los prorrateos de riego en los sistemas que se encuentran en emergencia. También se ha desarrollado una vigilancia especial ambiental del Delta del Ebro, igualmente en condiciones de sequía extraordinaria, y se han remitido recomendaciones a las grandes industrias en las áreas que se encuentran en emergencia para que sus vertidos generen el menor impacto posible dado el bajo caudal.

Asimismo se está realizando un exhaustivo seguimiento de los caudales ecológicos, que se han relajado ante la escasez. El incumplimiento de los umbrales ordinarios ha pasado del 9 % desde el mes de febrero, fecha en la que se aprobaron los nuevos baremos, al 20 % en mayo. El control se hace en 184 puntos de la red del Sistema Automático de Información Hidrológica. En el 30% de ellos se activó la reducción de los caudales ecológicos por encontrarse en sequía prolongada.

La CHE ha anunciado que las medidas de control se mantendrán durante los próximos meses. "Ya entrando en los meses estivales seguirán la vigilancia y control del dominio público, los prorrateos de los riegos y el seguimiento especial del delta del Ebro y de los caudales ecológicos", explica. 

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