San Medardo, una feria 'slow food' con mucho sabor
Benabarre celebra este fin de semana su Fira, que desde hace 33 años apuesta por destacar el valor de sus alimentos artesanos, desde sus famosos quesos y chocolates a los embutidos.
La Fira de Sant Medardo se remonta al siglo XIII, cuando el paso de pastores trashumantes por el casco urbano de Benabarre originó un mercado de ganado y productos artesanales. Desde que en 1990 se recuperó se ha ido especializando para enfocarse hacia el movimiento 'slow food', que tiene una importante asociación en la comarca de la Ribagorza, y a destacar el sabor y la calidad de sus alimentos artesanos, como los famosos quesos y chocolates, los embutidos, la miel, la cerveza o el azafrán.
Este fin de semana, del 3 y 4 de junio, se celebra la edición número 33 con 52 expositores, el 90% de la provincia. Se ha hecho una cuidada selección, que es el sello de esta feria, donde se prima a los productores por encima de los comercializadores. "Hemos querido integrar la sostenibilidad, la tradición, la actividad empresarial y la transformación agroalimentaria local", ha explicado la concejala de Desarrollo, Yolanda Castelló.
La Fira será inaugurada por el secretario de Estado de Reto Demográfico, Francés Boya. Los organizadores han preparado un variado programa de actos para dar alternativas de ocio a los visitantes, que además de pasear por los expositores y hacer sus compras podrán divertirse con talleres y exhibiciones. Excepcionalmente este año no habrá paso de ganado, una tradición que recuerda esos orígenes de la trashumancia. La culpa es de la sequía, que ha obligado a modificar el calendario de los ganaderos por la programación de los pastos en el llano y la montaña.
La Fira enseñará, por ejemplo, el método Nendo Dango, una técnica de cultivo sencilla, económica y muy eficiente para reforestar, desarrollada por el biólogo, filósofo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka.
Además, hay una zona de bar con terraza, donde actuará la Escuela de Música Tradicional de Benabarre.
El domingo comienza con la 'Almorzada' a base de cordero a la brasa. También habrá un cuentacuentos; un taller de arcilla; y una charla sobre el proyecto Montsec Bikepacking Loop, donde Javier Castillo hablará de su iniciativa para hacer travesías con bicicleta por la sierra del Montsec.
Se ha programado también un taller gastronómico, que incluye curso, gorro y delantal por 10 euros, apto para niños desde 3 años, impartido por Slow Food Ribagorza, con el chef David Grasa (Restaurante Arp) y Luciano Anton (Carnicería Ribagorza).
En paralelo, dentro del interior del pabellón, en el expositor de Slow Food Ribagorza y en colaboración con el CITA Aragón, se realizará una recogida de semillas para la creación del Banco de Semillas Locales. Además, unas máquinas recreativas de los años 70, 80 y 90 permitirán volver a disfrutar de aquellos juegos.
En el exterior, los asistentes podrán pasear por la muestra ganadera, con ejemplares de vacuno, ovino y caprino; probar alguna de las bicicletas eléctricas disponibles haciendo una pequeña ruta por la zona; o conocer el aeródromo de Benabarre, gracias a la exposición de un planeador y varios aeromodelos. Se sortean dos vuelos en avioneta, dos en planeador y otros dos en motoplaneador, por cortesía del Aeródromo de Benabarre y en colaboración con Club Albatros. También se realizará una exhibición de vuelo de drones.
A la presentación de la Fira este miércoles en la Diputación de Huesca han asistido, además de la concejala de Desarrollo, el alcalde, Alfredo Sancho, y la técnico Ana Pulido. Sancho destacó el valor de las empresas agroalimentarias locales y la interacción entre ellas para producir quesos con azafrán o longaniza con trufa, así como la riqueza de la oferta gastronómica local, con siete restaurantes en un pueblo de 1.175 habitantes.
Aunque la crisis de 2008 supuso un mazazo demográfico, con la pérdida de más de cien habitantes, en los últimos años se ha ido recuperando y cada año crece una media de 15 o 20. "Cualquier casa que sale a la venta se compra", ha explicado el alcalde, quien aseguró que los nuevos pobladores valoran su oferta de servicios, ya que cuenta con un centro de salud y su oferta educativa cubre hasta 4º de la ESO. Al albergue municipal se ha sumado otro de iniciativa privada con más de 40 plazas, además del reabierto hotel de Benabarre.
El tirón del turismo tiene que ver sobre todo con la atracción de las pasarelas de Montfalcó, en el vecino municipio de Viacamp y Litere, por donde pasan cada año más de 150.000 visitantes y recientemente reformadas.
