El cierre del cañón de Añisclo dura ya siete meses y el Parque Nacional urge la reapertura

Los permisos han retrasado las obras de reparación de la carretera, afectada por desprendimientos, pero el Patronato de Ordesa pide a la DGA que repare cuanto antes la calzada para poderla tener operativa en verano. 

Socavón provocado por el desprendimiento en la carretera del cañón de Añisclo.
Socavón provocado por el desprendimiento ocurrido en octubre en la carretera del cañón de Añisclo.
Heraldo

La carretera del cañón de Añisclo (HU-631), que da acceso a este sector del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con unos 140.000 visitantes al año, lleva casi siete meses cerrada al tráfico, desde que el 24 de octubre de 2022 se produjo un desprendimiento que generó un socavón en la calzada. Las autorizaciones administrativas han retrasado el inicio de los trabajos para ponerla de nuevo en servicio.

La directora de Ordesa está convencida de que reabrirá antes del verano. "Esperamos que se desatasque pronto y se pueda pasar en junio. Se ha retrasado por los permisos pero la intervención que requiere no es muy importante", señala Elena Villagrasa. 

De hecho, el Patronato del parque, celebrado la semana pasada, acordó instar al departamento de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón a cumplir "con urgencia" los trámites necesarios para la aprobación del proyecto de reapertura. En caso de que las obras se inicien en verano, ha pedido que se detengan en julio, agosto y la primera quincena de septiembre, "siempre que se pueda garantizar la seguridad de los usuarios", para permitir las visitas, incluso aunque deban realizarse a pie porque la carretera no esté operativa.

Fuentes del departamento de Vertebración han aclarado que se han estado tramitando los permisos con la Confederación Hidrográfica, ya que discurre junto al río, y en cuanto estén "se entrará a trabajar". 

El desprendimiento mantiene cortada la HU-631, que va de Escalona a Nerín desde finales de octubre. Las lluvias caídas en esta zona de la comarca del Sobrarbe, perteneciente al municipio de Fanlo, provocaron el deslizamiento de la ladera, que causó un socavón de grandes dimensiones en la calzada, dejando impracticable la vía. 

El tráfico se desvía por el valle de Vió, a través de la carretera que discurre entre Puyarruego, Buerba y Escalona. Esta ruta ya se utiliza en verano cuando la del cañón de Añisclo se convierte en un paso de un solo sentido para evitar aglomeraciones.

La HU-631 es una carretera de alta montaña y no es la primera vez que se producen desprendimientos. Además, este acceso al valle de Vió y a la zona de Añisclo del Parque Nacional de Ordesa estuvo cerrado durante dos años, entre 2017 y 2018, debido al peligro de derrumbe de un túnel, donde hubo que hacer obras de reparación.

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