El Ejército de Tierra se prepara en el Balneario de Panticosa para la próxima Campaña en la Antártida
13 militares del Ejército de Tierra componen la Campaña Antártica y partirán hacia el continente helado en el verano austral.
Temperaturas de hasta 20 grados bajo cero, vientos que pueden alcanzar los 70 kilómetros por hora, la humedad y el riesgo de poder convivir junto a un volcán activo son las condiciones que tendrán que soportar los 13 militares del Ejército de Tierra que componen la Campaña Antártica y que partirán hacia el continente helado en el verano austral. Pero dicha Campaña necesita de un cuidado planeamiento y preparación previos, y la Fase de Montaña prevista en su Programa de Instrucción y Adiestramiento se realiza durante esta semana en el entorno del Balneario de Panticosa, en el valle de Tena. Los militares cuentan con el apoyo de la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (Emmoe) y del Regimiento de Cazadores de Montaña 64, ambas unidades de Jaca, que suministran el material técnico de montaña necesario para la realización de las prácticas. El objetivo es que toda la dotación adquiera la capacidad suficiente para el movimiento con seguridad en terreno montañoso y mejorar su grado de cohesión.
“La preparación está orientada a adaptarnos a las condiciones morfológicas y meteorológicas de la isla Decepción, que es donde está la base Gabriel de castilla, en la que vamos a desplegar”, explica el teniente coronel Ángel Prado, jefe de la 37 Campaña Antártica del Ejército de Tierra. Ahí “las condiciones son frías, muy ventosas y húmedas y la montaña, aunque no es exactamente igual a lo que nos vamos a encontrar, es lo más parecido”.
Aunque las condiciones concretas de esta semana en el entorno del Balneario no son muy frías, “buscamos nieve, frío y terreno abrupto, y aquí tenemos de todo, salvo que no hace mucho frío”, añade. Pero se desplazarán a buscar algo más de altura para encontrar neveros, glaciares y zonas más frescas.
Respecto a los ejercicios que están realizando, comenzaron la semana con teórica. “Otro aspecto importante es el aislamiento de la isla, primeros auxilios y asistencia sanitaria, que es fundamental para nosotros porque ahí cualquier tipo de incidente puede ser muy grave, ya que las evacuaciones son difíciles, el aislamiento es total y no hay helipuerto ni aeropuerto”, señala. Las evacuaciones se tienen que hacer por barco, en condiciones buenas que se tienen que dar, además de coordinar la acción con otros estamentos. Por lo que esta semana están trabajando los primeros auxilios, conocer la morfología y meteorología del lugar “y saber a qué nos vamos a enfrentar”. Este miércoles han llevado a cabo conocimientos técnicos de montaña y progresión por terrenos abruptos, y en los próximos días, técnicas en nieve, movimientos con raquetas, etc. De la misma manera recibirán formación teórica y práctica sobre normas de seguridad, utilización de GPS, nudos, empleo de material específico de montaña, anclajes en nieve y montaje de tiendas, entre otros.
Es la primera vez que se concentran en el valle de Tena para realizar esta preparación, que es “similar” a las campañas anteriores, ya que las condiciones de la isla son parecidas y no hay instalaciones nuevas “que cambien sustancialmente nuestra estancia”, subraya el teniente coronel Ángel Prado. Otra de las cuestiones importantes es la navegación, para lo que también se tendrán que preparar, porque “la mayor parte de los desplazamientos en la isla se hacen en embarcaciones tipo zodiac, algo que también vamos a trabajar, con formaciones pertinentes y prácticas en mares lo más movidos posibles, dado que ahí el oleaje y viento hace que la navegación sea difícil”.
Los trece componentes de esta campaña proceden de unidades ubicadas en Aragón -algunos de Jaca-, Andalucía, castilla y León, Cataluña y Madrid. Se han seleccionado mediante la publicación de una convocatoria, “para que todo el personal que así lo desee y cumpla los requisitos de la convocatoria lo pueda solicitar”. Se suelen presentar en torno a 120 solicitantes, cada uno en su área. “Yo como jefe de campaña elijo al personal que por su currículum, idoneidad y experiencia me parezca más oportuno o que pueda hacer mejor papel en la zona”. De esos 13 militares repiten dos en el área de motores e instalaciones, y tres son mujeres (oficial de medio ambiente, oficial médico y cabo de alimentación).
Una de ellas es Lorena Fidalgo, cabo especialista en cocina, también un tema importante a tener en cuenta, porque en climas fríos la temperatura basal baja “y el cuerpo pide más calorías”. En España, sin hacer deporte “podemos gastar 2.000 calorías, y ahí el cuerpo te va a pedir 5.000, y si hay que hacer actividad más, así que nuestra labor de cocina, aparte de preparar el menú adecuado es hacer un estudio de cuánto va a gastar cada uno”. Llevan toda la comida congelada o en latas “y cada 15 días puede llegar algún barco y nos apoyamos en ellos para pedir verdura y carne fresca”. Una parte de la actividad científica que España desarrolla anualmente en la Antártida se desarrolla en la Base Antártica Gabriel de castilla, gestionada por el Ejército de Tierra. La campaña es la operación militar en el exterior más antigua actualmente en vigor y se ha venido realizando anualmente hasta la presente expedición. Es una misión militar reducida en cuanto a efectivos humanos. Sin embargo, es la única tanto por lejanía (13.000 km) y las dificultades climáticas, como por la importancia de la colaboración del ejército en la investigación científica. Algunas de las misiones del Ejército de Tierra en la Antártida es colaborar con el Ministerio de Ciencia e Innovación en las labores de investigación científica realizadas en la isla Decepción y aquellos lugares del territorio antártico que se determinen. También mantener en adecuadas condiciones de uso las instalaciones, material y equipo de la Base Antártica Española Gabriel de Castilla para el desarrollo de los trabajos de investigación y experimentación y desarrollar proyectos de investigación y experimentación para el Ejército de Tierra. Hay otra base que España mantiene en la Antártida, la Juan Carlos I, gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Y en cuanto a las comunicaciones, el capitán Pablo Álvarez Balsa señala que llevan satélites civiles y militares, que es la herramienta fundamental, antenas de radio HF, que permite largo alcance en caso de que fallaran los satélites, y para comunicaciones interiores, repetidores para poder comunicarse en las diferentes salidas que hacen los científicos, así como teléfono satélite.
El Ejército de Tierra en la Antártida
Una parte de la actividad científica que España desarrolla anualmente en la Antártida se desarrolla en la Base Antártica Gabriel de castilla, gestionada por el Ejército de Tierra. La campaña es la operación militar en el exterior más antigua actualmente en vigor y se ha venido realizando anualmente hasta la presente expedición. Es una misión militar reducida en cuanto a efectivos humanos. Sin embargo, es la única tanto por lejanía (13.000 km) y las dificultades climáticas, como por la importancia de la colaboración del ejército en la investigación científica. Algunas de las misiones del Ejército de Tierra en la Antártida es colaborar con el Ministerio de Ciencia e Innovación en las labores de investigación científica realizadas en la isla Decepción y aquellos lugares del territorio antártico que se determinen. También mantener en adecuadas condiciones de uso las instalaciones, material y equipo de la Base Antártica Española Gabriel de Castilla para el desarrollo de los trabajos de investigación y experimentación y desarrollar proyectos de investigación y experimentación para el Ejército de Tierra. Hay otra base que España mantiene en la Antártida, la Juan Carlos I, gestionada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
