Cierra el campin de Zuriza tras ser desalojado con auxilio de la Guardia Civil
La Mancomunidad Forestal del Valle de Ansó instó el desahucio y pide ahora a los campistas que dejaron material en el alojamiento que lo retiren.
El campin de Zuriza, en el valle de Ansó, permanece cerrado al público desde finales del año pasado tras ser desalojados sus actuales adjudicatarios. La Mancomunidad Forestal Ansó-Fago, propietaria del monte donde se ubica, instó el desahucio por incumplimiento del contrato, y ahora ha pedido a los campistas con tiendas y vehículos en él que procedan a retirarlos dándoles un plazo de tres meses.
En 2021, esta entidad forestal decidió extinguir el contrato de gestión indirecta para la explotación de la instalación turística porque entendía que había un incumplimiento del contrato por parte de la empresa. Esta recurrió la decisión e inició un pleito en el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Huesca.
El pleno de la Mancomunidad, el pasado mes de noviembre, requirió a los adjudicatarios de la gestión del campin para que desalojaran las instalaciones. La empresa solicitó la suspensión cautelar de la medida, pero el juzgado denegó esta petición.
Según explica la Mancomunidad, para poder recuperar la posesión de sus bienes de dominio público y llevar a cabo el desahucio, "ante el incumplimiento de abandonar voluntariamente los adjudicatarios las instalaciones del campin", se vio obligada a solicitar el auxilio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Una patrulla del puesto de la demarcación acompañó el desalojo programado, justificado según la propiedad por incumplimiento de contrato e impagos, que finalmente se llevó a cabo con la colaboración de la empresa explotadora y sin ningún incidente.
El desalojo tuvo lugar una vez obtenida la autorización de la Subdelegación de Gobierno de Huesca. El campin quedó cerrado, una medida que se mantendrá hasta una nueva adjudicación del contrato de concesión, una vez que se ejecuten las obras necesarias para poner en condiciones de funcionamiento todas las instalaciones.
El problema que ha surgido es que existen propiedades materiales de campistas, ajenas a la empresa adjudicataria. Como se desconoce su titularidad, ya que la Mancomunidad no tenía relación directa con los usuarios, publicó, con fecha del 13 de marzo del 2023, un anuncio en el Boletín Oficial de la Provincia de Huesca.
En él pone en conocimiento de todos los interesados la situación existente para que procedan a la recuperación y retirada de los bienes o útiles personales, estructuras de tiendas o vehículos particulares que aún existen en el interior del recinto. La operación se lleva a cabo con la supervisión de las fuerzas de seguridad de la zona, que están facilitando a los interesados el acceso a las instalaciones.
Se ha dado un plazo de tres meses para el desalojo total de las parcelas. Y es que las estructuras desmontables carecen de título que permita su instalación y de autorización por parte de la Administración gestora del monte, concretamente del Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) del Gobierno de Aragón, que legitime la ocupación.
De forma que a partir de los tres meses, la Mancomunidad Forestal se reserva el derecho a ejercer su prerrogativa de recuperación completa de la posesión de sus bienes. Advierte que tanto ella como la DGA quedarán "exentas de cualquier responsabilidad por los daños de todo tipo que puedan producirse en los bienes". Y lo justifica por el interés de la entidad local en poner nuevamente en servicio el campin, "para el uso de la población local y de todos los visitantes que quieran disfrutar de su privilegiado entorno natural", ya que el alojamiento turístico está enclavado en una zona de gran interés paisajístico.
La Mancomunidad Forestal es propietaria de 24.587 hectáreas, repartida en cuatro montes de utilidad pública (MUP), parte de los cuales se encuentran dentro o en la zona de influencia de las figuras de protección del Parque Natural de Los Valles Occidentales y el Paisaje Protegido de las Foces de Fago y Biniés.
