España acomete la renovación final del Canfranc mientras Francia aspira a reabrir la línea en 2028

Adif ha comenzado ya las obras de modernización de los dos últimos tramos pendientes Ayerbe-Caldearenas y Jaca-Canfranc con una inversión de 95 millones y un plazo de ejecución de 16 meses.

Intervención de Javier Lambán en el acto celebrado en Canfranc.
Intervención de Javier Lambán en el acto celebrado en Canfranc.
Javier Navarro

"El tiempo de los estudios se ha acabado y tenemos que acelerarlos para arrastrar al Gobierno francés. Y si no me apoyan en París, trataré de convencer al ministro de Transportes, que es más sensible". Este es compromiso que adquirió este miércoles el presidente de la región francesa de Nueva Aquitania, Alain Rousset, quien se marcó el objetivo de conseguir la ansiada reapertura de la línea internacional Zaragoza-Canfranc-Pau en 2028.

Rousset hizo estas declaraciones durante su visita a Ayerbe para conocer de primera mano las actuaciones que está realizando Adif para seguir impulsando la renovación integral de esta histórica conexión transfronteriza que quedó interrumpida en 1970. Al acto asistieron, entre otras autoridades, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez; el director de Planificación y Evaluación Ferroviaria del Ministerio de Transportes, Casimiro Iglesias; y el consejero de Vertebración, José Luis Soro.

Y es que el Gobierno de España sigue haciendo los deberes y acaba de iniciar las obras de los dos últimos tramos pendientes (Ayerbe-Caldearenas y Jaca-Canfranc) con una inversión de 95 millones de euros y espera tener finalizadas en 2024. Junto con el trazado ya modernizado entre Plasencia del Monte y Ayerbe y las mejoras de señalización y comunicaciones propuestas, Adif moviliza 144 millones para modernizar 82 km que incluyen 12 puentes y viaductos, 28 túneles y 81 obras de drenaje.

Luego aún faltaría implantar el ancho europeo entre Huesca y Canfranc con un coste de 237 millones y un plazo de ejecución de 14 meses –la última fase se haría coincidir con la finalización de las obras en la parte francesa para que la reapertura fuera simultánea– y la reforma del túnel de Somport.

Pero en el otro lado, Francia todavía sigue con los estudios de los 33 km pendientes desde Bedous. El presidente de Nueva Aquitania espera obtener en 2024 la declaración de utilidad pública como paso previo necesario para poder arrancar los trabajos en 2026, que tendrían un plazo de dos años.

Al respecto, Alain Rousset admitió las reticencias que mantiene el Gobierno francés sobre este proyecto pese a que insistió en que "no reabrir la línea no solo sería un error y una incompetencia sino algo criminal" por la posibilidad que brindaría para trasladar millones de toneladas de mercancías de la carretera al tren.

Además, fue muy crítico con el último informe del Consejo de Orientación de Infraestructuras que no aconseja invertir en el proyecto del Canfranc y recordó que el anterior primer ministro Jean Castex, relevado en 2022, "se comprometió con la reapertura".

Un tren parado en la estación de Ayerbe que transporta carril para las obras de renovación de la vía del Canfranc.
Un tren parado en la estación de Ayerbe que transporta carril para las obras de renovación de la vía del Canfranc.
Javier Navarro

El presidente de Nueva Aquitania también hizo hincapié en que "el problema no es económico, porque el coste es mínimo y además la Unión Europea nos acompaña ya que está dispuesta a financiar entre el 50 y el 60% de las obras, sino de planificación política y medioambiental". Por todo, ello, lanzó un mensaje final optimista: "Podemos empezar a soñar con el futuro".

"Es el único hombre capaz de convencer a París"

Su homólogo en Aragón, Javier Lambán, elogió precisamente a Rousset por ser "un impulsor decidido" de la reapertura y se mostró «absolutamente convencido de que es el único hombre capaz de convencer a los gobernantes de París de que esta línea es absolutamente fundamental».

El director general de Planificación y Evaluación Ferroviaria del Mitma, Casimiro Iglesias, no quiso valorar los plazos propuestos por el presidente de Nueva Aquitania y se limitó a manifestar que "es un motivo de satisfacción ver que este trabajo decidido y coordinado entre los gobiernos está dando sus frutos para conseguir una línea moderna y plenamente interoperable entre Zaragoza y Pau, y lo único que esperamos es que la reapertura se produzca en el plazo más breve posible".

Mientras, la presidenta de Adif, María Luisa Domínguez, destacó la importancia de esta inversión de 144 millones de euros "porque es una infraestructura esencial para impulsar el transporte ferroviario entre ambos países a través de los Pirineos y el enlace con importantes nodos logísticos de mercancías", señaló.

Para el alcalde de Ayerbe, Antonio Biescas, estas actuaciones "nos invitan al optimismo y si hace 130 años la vía fue un motor de desarrollo para todo Aragón y para España, ahora va a ser la línea del futuro y esperamos que Ayerbe sea parte fundamental", dijo.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión