El 2022 dejó la mayor cifra de muertes en las carreteras de Huesca en 12 años
Ocho de los 26 fallecidos fueron motoristas y del resto de accidentes con víctimas mortales, siete se debieron a choques. La DGT observa una "relajación" con el carné por puntos.
La provincia de Huesca cerró 2022 con 27 fallecidos en las carreteras, la mayor cifra de los últimos 12 años. Y es que hay que remontarse hasta 2010 para superar este dato (28). Aun así, queda lejos de las trágicas estadísticas que se registraban antes de la entrada en vigor del carné por puntos con un récord negativo de 70 muertos en el año 2003.
También llama la atención el incremento del número total de accidentes ya que los 2.414 contabilizados son un 20% más que 2019, el año previo a la pandemia, con casi los mismos fallecidos (26). Para Margarita Padial, jefa provincial de Tráfico, una de las principales causas de este repunte de siniestros es una "relajación" con el carné por puntos. "La gente ha perdido el miedo a que se los quiten porque sabe que los puede recuperar fácil con un curso de reeducación vial. Por eso también han crecido las infracciones", dice.
Por desgracia, este 2023 ha empezado de la peor forma posible ya que un joven de 23 años de edad perdió la vida el 7 de enero al salirse de la vía su coche en la A-176, en Hecho. La víctima era Iker Calvo, jugador del Club Deportivo Alto Ara de Broto. Otro joven de Zaragoza que le acompañaba en el vehículo resultó herido leve.
El 2022 fue un año especialmente dramático para los motoristas con ocho fallecidos, cinco de ellos por salidas de vía con posteriores colisiones vuelcos o despeñamientos. Otros tres casos se debieron a colisiones con otros vehículos. Este alarmante incremento obligó a reforzar la vigilancia de las carreteras con más tráfico de motos en fin de semana incluso con la Guardia Civil de Zaragoza.
Las estadísticas revelan que de los 22 accidentes con víctimas mortales, 16 se produjeron en carreteras convencionales de doble sentido (8 autonómicas y 8 nacionales). Tres de ellas sumaron dos siniestros con fallecidos: A-1234, N-260a y N-123. Además, hubo otros dos en la AP-2 y cuatro en caminos o carreteras locales.
El percance más grave del año pasado tuvo lugar el 11 de junio en la A-136, cerca de Biescas, donde tres vecinos de Sabiñánigo (un hombre y una mujer de 74 años y otro hombre de 68) murieron tras un choque frontal de dos turismos. Hubo dos heridos más.
Además, el 20 de diciembre, otra colisión entre un turismo y un camión en la N-230, en Sopeira, le costó la vida a tres personas (dos hombres de 60 y de 87 años y una mujer de 78, todos ellos vecinos de Lérida). No obstante, estas estadísticas solo reflejan dos fallecidos ya que el tercero murió dos días después.
Tras examinar todos los siniestros mortales, la Jefatura Provincial no ha detectado ningún punto negro aunque preocupa la autopista "porque teníamos la esperanza de reducir los accidentes en la N-II, y así ha sido, pero a cambio ha crecido exponencialmente el de la AP-2 y dos camioneros murieron en 2022".
Por ello, Margarita Padial hace hincapié en hacer un llamamiento a la prudencia y al cumplimiento de las normas para rebajar las cifras de muertes, que duplican prácticamente los registros de los dos años de la pandemia (12 en 2021 y 15 en 2020), condicionados eso sí por las restricciones de movilidad. El año de referencia con menos fallecidos sigue siendo 2015 con 16.
