Condenado a 15 años de cárcel por intentar asfixiar tres veces a su bebé y romperle 20 huesos
La Audiencia Provincial de Huesca ha absuelto a la madre, que se enfrentaba a una petición de 10 años por delitos de malos tratos y lesiones, por lo que podrá recuperar la custodia de su hijo.
La Audiencia Provincial de Huesca ha condenado a penas que suman 15 años de cárcel a un hombre, V. C. B, por intentar asfixiar tres veces a su bebé y causarle veinte fracturas de huesos por malos tratos continuados cuando apenas tenía seis semanas de vida. Por fortuna, se recuperó y no tuvo secuelas. Mientras, la madre, que se enfrentaba a una petición fiscal de 10 años de cárcel por delitos de maltrato y lesiones, ha sido absuelta por lo que podrá recuperar la custodia de su hijo.
La pareja inició una relación en febrero de 2019 y el 2 de julio de 2020 tuvieron a su bebé. La mujer ya tenía otra niña de un año de una anterior pareja. Entonces, ninguno trabajaba y vivían en el pueblo de Angüés en una casa con los padres y el hermano de ella. Durante el juicio, ambos negaron haber zarandeado, golpeado o intentado asfixiar al bebé aunque se señalaron mutuamente de forma velada e indirecta y ofrecieron versiones contradictorias de los hechos. El IASS declaró al menor en situación de desamparo y buscó una familia de acogimiento para hacerse cargo de su cuidado.
La sentencia considera probado que el hombre, entre el 2 de julio y el 21 de agosto de 2020, con la intención de atentar contra la integridad física del bebé, le ocasionó múltiples fracturas, entre ellas los dos fémures, las dos tibias, el peroné, el radio y nueve costillas. Además, en ese mismo período llevó a cabo tres intentos de asfixia obstruyéndole la nariz y la boca "siendo conocedor de la elevada probabilidad de ocasionarle la muerte con la realización de tales acciones", señala. Estos actos de sofocación le provocaron sangrados en la boca y petequias en brazos y abdomen de los que fue atendido los días 29 de julio, 21 de agosto y 23 de agosto en el centro de salud de Barbastro, en el Hospital de Barbastro y en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde incluso tuvo que ser intervenido quirúrgicamente.
El fallo destaca las manifestaciones de los peritos forenses y de los pediatras de Barbastro y del Servet. Todos ellos coincidieron en afirmar que las lesiones que presentaba el bebé eran "muy probablemente" consecuencia de traumatismos de repetición no accidentales "por agarrar y retorcer" y de intentos de asfixia.
"Todo ello nos lleva a la convicción de que los episodios de petequias en la cara y parte superior y de los sangrados fueron como consecuencia de diversas acciones de sofocación, llevadas a cabo de forma intencional sobre el bebé, tendentes a impedirle una normal respiración durante un tiempo suficiente como para ocasionarle las lesiones descritas", señala el tribunal, que añade, además, que "las múltiples fracturas que presentaba el bebé en los huesos largos no fueron accidentales sino que fueron causadas por diversos malos tratos intencionados".
La madre no podía conocer la gravedad de las lesiones de su bebé
En cuanto a la autoría, la Audiencia señala únicamente al acusado porque en los tres episodios de sangrado por la boca del bebé -signos claros de asfixia- era él quien estaba al cargo del bebé. Y exculpa a la madre, tal y como solicitó su abogado, Susana Barcos, "porque no existen marcadores que indiquen una voluntad de atentar contra la integridad del bebé, ni mucho menos contra su vida", indica el fallo. A este respecto, rechaza la acusación de la Fiscalía por un delito de lesiones por inactividad u omisión "porque no se ha acreditado que tuviera un conocimiento cierto de la gravedad de las lesiones que realmente tenía su hijo ya que ni siquiera en el Hospital de Barbastro se percataron de ello al derivarlo al Servet".
El tribunal declara al padre culpable de un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco en concurso con otro de lesiones "porque aun cuando la finalidad directa que pretendiese no fuera la de matar al bebé, tuvo que saber que era altamente probable al mantenerlo privado de oxígeno durante un tiempo suficiente como para causarle las petequias y sangrados que pusieron en riesgo su vida", recalca. También le atribuye dos delitos de maltrato familiar y otro de maltrato habitual.
La defensa del acusado, representada por el abogado Jorge Berdún, alegó que tiene reconocido por el Centro de Evaluación y Orientación de Discapacitados de la Generalitat valenciana un grado de discapacidad del 37% por retraso mental ligero, pero el tribunal rechaza que pueda considerarse una eximente o atenuante porque no se han acreditado alteraciones psíquicas que hubieran anulado o mermado su voluntad o conocimiento sobre el hecho ilícito.
Por todo ello, le impone penas que suman 15 años de cárcel (la Fiscalía había solicitado 37), la prohibición de comunicarse o acercarse al bebé durante 28 años, la privación de la patria potestad y cinco años de libertad vigilada posterior al cumplimiento de la condena de cárcel. También deberá pagar 29.000 euros por daños físicos y morales.
