El jurado declara culpable al asesino de Hasna y descarta que sufriera un brote psicótico

El acusado de asesinar a su exmujer en Barbastro delante de sus hijos actuó con crueldad siendo plenamente consciente de sus actos, según el tribunal popular. 

El acusado, custodiado por la Policía en el momento del veredicto, y delante de su abogado.
El acusado, custodiado por la Policía en el momento del veredicto, y delante de su abogado.
Verónica Lacasa

Tras 10 horas de deliberación, el jurado ha declarado culpable por unanimidad a  Abdelkader M., el hombre acusado de matar a su exmujer, Hasna A., delante de sus tres hijos de 13, 6 y 1 años de edad en el domicilio familiar de Barbastro. Pasadas las nueve y media de la noche de este viernes, la portavoz del jurado ha emitido el veredicto en la sala de la Audiencia Provincial de Huesca, donde esta semana se ha celebrado la vista oral por el crimen machista.

No se dudaba de su autoría. El principal interrogante, sobre el que discreparon los peritos, era si tenía sus facultades mermadas o era consciente de sus actos cuando asestó 12 puñaladas a la víctima. El jurado ha sido rotundo, con el acuerdo de todos sus miembros: mantenía íntegramente su capacidad de conocer, a pesar de los celos enfermizos que padecía. La frialdad demostrada lleva a pensar que era consciente cuando cometió el crimen, según ha manifestado la portavoz. 

Premeditó la agresión y cuando finalizó el ataque, se sentó en el suelo y entregó a su hijo las llaves del coche y un sobre con dinero. Mató a Hasna A., de 34 años, trabajadora del Hospital de Barbastro, porque ella no quería vender el piso tras la separación. Incluso cuando el hijo le quitó el cuchillo y llamó al 112, sin apenas poder explicar bien lo ocurrido, él dijo: "Que tu padre ha matado a tu madre".  

Según el jurado, no se ha podido probar que cuando sucedieron los hechos tuviera anulada su capacidad de comprender, aunque fuera un enfermo mental y tenga reconocida una incapacidad laboral absoluta. Presentaba problemas psiquiátricos desde 2018. Se le diagnosticó un trastorno psicótico de celopatía. Los especialistas lo definieron como un misógino, una persona violenta, con ideas delirantes persistentes que actuaba movido por una idea de dominación y de poder sobre su exmujer derivada de su cultura musulmana. Esto podía hacer que sus facultades estuvieran disminuidas, pero no anuladas por un brote psicótico, según ha determinado el tribunal popular por unanimidad. 

Ante este veredicto, la Fiscalía, la acusación particular y la popular, ejercida por el Gobierno de Aragón, han mantenido sus peticiones iniciales de 27 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y dos de maltrato psicológico hacia sus hijos por el trastorno de estrés postraumático que sufren. Mientras, la defensa, que alegaba un trastorno psicótico grave, ha mostrado su desacuerdo con el veredicto de culpabilidad porque considera que tenía anulada su facultad de comprender y ha anunciado que lo recurrirá. 

El jurado ha dado respuesta a 41 preguntas que formaban parte del objeto del veredicto, conformando un relato de los hechos. A lo largo de todo el día, incluso ha pedido revisar alguno de los vídeos para verificar las declaraciones de testigos y peritos. 

Considera probado que la convivencia de la pareja cesó en 2019. La guarda y custodia se atribuyó a Hasna, así como el uso de la vivienda, y el padre tenía un régimen de visitas de los hijos. Él quería vender el piso y repartir el dinero. Ella accedió inicialmente por miedo, pero mostraba sus reticencias porque le preocupaba dónde irían a vivir. 

El 30 de junio de 2021 él fue a la casa. Discutieron por ese asunto y cuando ella mostró su negativa, él cogió un cuchillo de la cocina y la apuñaló diciéndole 'Ahora sí que vas a vender la casa'. Según el jurado, él tenía intención de matarla o al menos sabía que era muy probable que su acción tuviera un fatal desenlace. No se ha demostrado que ella pudiera arrebatarle el cuchillo, sí que hubiera un forcejeo como acto instintivo de repeler el ataque, pero en todo caso ella no se pudo defender, ni esperaba esa reacción del acusado, físicamente mucho más fuerte. 

Según el veredicto, la finalidad del acusado era causarle el mayor dolor de forma innecesaria. Actuó movido por una idea de dominación y por ser ella una mujer.  Fue a matarla, pero al no conseguirlo a la primera, se ensañó con ella, que aún estaba viva cuando recibió la última puñalada. El ataque se produjo en presencia del hijo mayor y estando en el domicilio los dos hijos más pequeños.

Los tres hijos están con una familia de acogida. Los dos mayores sufren estrés postraumático. El padre conocía la dependencia que tenían de su madre. Además, el de 13 años, ha reconocido el jurado, se siente culpable por no haber podido evitarlo. 

Los nueve miembros han sido tajante y sin fisuras han dicho "no" a la posibilidad de solicitud de un indulto y de una suspensión de la pena. Ahora será un juez profesional, el presidente del tribunal, el que concrete la pena de cárcel a aplicar en función de lo determinado por ellos en su veredicto.   

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