El Ministerio descarta la autovía hasta Benabarre para mejorar toda la N-230 con tres carriles

La autovía A-14 que iba a sustituir en su día a la sinuosa N-230 que durante 163 kilómetros atraviesa el límite de las provincias de Huesca y Lérida hasta la frontera se quedará finalmente en un tramo de 24 km que llegará solo hasta Alfarrás. De allí en adelante, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana optará por mejorar la carretera con la fórmula 2+1 para incluir un tercer carril en los tramos más peligrosos y facilitar así los adelantamientos para reducir el peligro de siniestros, especialmente de vehículos pesados y en travesías. Y es que es una vía que en su mayor parte atraviesa zonas de montaña con una orografía accidentada.

El Ministerio atiende de esta forma la petición unánime de los alcaldes de las dos provincias por las que discurre esta carretera para poder acelerar las obras ya que se minimizaría el impacto medioambiental. Además, el coste será muy inferior ya que, por ejemplo, solo el tramo de autovía inicialmente previsto hasta Sopeira hubiera superado los 670 millones de euros, mientras que la solución actual prevé una inversión cinco veces inferior (unos 80 millones entre Alfarrás y Benabarre y otros 65 millones entre Benabarre y Sopeira). En principio está previsto que las obras arranquen en 2024 y que se lleven a cabo de forma simultánea todos los tramos.

Así lo ha anunciado este viernes el secretario general de Infraestructuras, Xavier Flores, en su visita a Benabarre para explicar la agenda de actuaciones para la mejora de la carretera N-230, entre Almenar y la frontera francesa. A la misma han asistido, entre otros, el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia; el presidente de la Comarca de la Ribagorza, Marcel Iglesias; el director General de Carreteras del Gobierno de Aragón, Bizén Fuster; la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar; así como el alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho, y otros alcaldes y diputados de la zona. Previamente había hecho lo mismo con los representantes institucionales de Lérida en otro encuentro en Vielha.

Xavier Flores ha calificado el planteamiento pensado por el Ministerio tras oír a los alcaldes de “realista y al mismo tiempo ambicioso” frente a la propuesta anterior "que quizá se dilatarían mucho en el tiempo, tendrían un fuerte impacto ambiental y social y, además, sería muy costosa". Además, se ha comprometido a "elaborar una visión completa de todo el corredor, con un seguimiento de la evolución de los distintos proyectos planteados y de los que iremos informando a medida que avancen. Iremos proyecto a proyecto para culminar todo lo más rápidamente posible, esa es nuestra voluntad”. De hecho, un grupo de trabajo hará un seguimiento del desarrollo de las diferentes actuaciones cada seis meses.

Las soluciones propuestas en la Agenda N-230 son diversas y adaptadas a la situación de cada tramo e incluyen la mejora de las condiciones de seguridad viaria y el equipamiento, la mejora de intersecciones, la pacificación de travesías y la mejora de la capacidad mediante tramos de autovía y carretera 2+1 con barreras para separar ambos sentidos. Y todo ello con una velocidad de unos 100 km/h. Será un proyecto piloto ya que en España no hay ninguno de estas características, aunque sí es una solución ya contrastada en otros países como Suecia, Finlandia, Alemania, Francia, EE. UU. y Canadá.

El alcalde de Benabarre, Alfredo Sancho, ha valorado que el Ministerio haya modificado sus planes iniciales para atender su solicitud "porque creemos que es una alternativa que vertebra mucho mejor el territorio que la autovía, asegura una mínima siniestralidad, es mucho más funcional, tiene un impacto ambiental casi nulo, el coste es mucho menor y, además, tiene una mayor función social porque hay muchos pueblos pequeños con un montón de negocios de carretera". A su juicio, todo ello hará que la ejecución sea "bastante más rápida" y por ello ahora reclaman que se aceleren las obras "lo máximo posible".

Mientras, el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, también ha mostrado su "satisfacción" por el apoyo del Ministerio al planteamiento territorial que ha tenido muy en cuenta los costes económicos y medioambientales. "Todos sabemos lo que puede afectar una autovía partiendo el territorio", ha señalado.

Los tramos, uno a uno

Así, en los 43,6 km entre Almenar (Lérida) y Benabarre, que discurren por un terreno llano, se prevé acabar la autovía hasta Alfarrás y de allí en adelante se propone el acondicionamiento como carretera 2+1. Este año se licitarán los proyectos constructivos correspondientes.

Mientras, de Benabarre a Sopeira (39 km), el terreno va siendo cada vez más ondulado y hay pocas zonas con posibilidad de adelantamiento. Por ello, se plantea también la fórmula del 2+1. La próxima semana se adjudicará la redacción del proyecto constructivo.

De Sopeira a la boca sur del túnel de Vielha (41 km), la N-230 discurre sinuosamente por un terreno muy accidentado que cuenta, en estos momentos, con unas prestaciones muy estrictas con grandes dificultades de adelantamiento. Por ello, proponen actuaciones de mejora a corto plazo con mejora de intersecciones y variantes de trazado o de población, que hacen necesario un estudio informativo con obtención de la declaración de impacto ambiental (DIA).

De la boca norte del túnel de Vielha a la frontera francesa (31,1 km), discurre por un terreno muy accidentado, por lo que cuenta con un trazado sinuoso y con dificultades de adelantamiento. En los 6 km entre el túnel y Vielha se prevé acondicionar la N-230 mediante la implantación de carriles de adelantamiento (2+1). Mientras, la variante de Vielha exige la redacción de un estudio informativo para encontrar la mejor solución y en el que se deberá contar con la opinión del territorio. Y, por último, hasta Aubert se prevén actuaciones de mejora en intersecciones y travesías.

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