El tramo final de la autovía Huesca-Lérida encara el último año de obras con el 55% aún pendiente

El Ministerio mantiene el plazo de entrega, que ya se ha retrasado en dos ocasiones. Actualmente se ultiman tres desvíos para poder acelerar los trabajos.

El tramo final de la autovía A-22 entre Huesca y Lérida, los 12,8 kilómetros que unen la capital oscense con Siétamo, encaran el último año de obras. Y aunque el grado de ejecución alcanza a estas alturas el 45% después de varios retrasos, desde el Ministerio de Transportes aseguran que, si no surgen nuevos imprevistos, se mantiene el plazo de entrega previsto para finales de 2023, que ya se ha retrasado dos veces.

Actualmente se están ejecutando tres desvíos provisionales: el enlace de Montearagón, el enlace de Loporzano y sobre la carretera N-240, en el punto kilómetrico 1,400 del tramo. Estas obras finalizarán en la primera quincena de octubre y permitirán liberar varias zonas de la N-240 actualmente con tráfico para poder acometer amplios trabajos de reposición de servicios (telefonía, riegos, abastecimiento), drenaje y tierras.

Y aunque estos desvíos se han asfaltado, desde el Ministerio aclaran que no está previsto abrirlos al tráfico provisionalmente ya que la obra está concebida para ponerse en servicio en su totalidad. Y es que debido a las características del trazado y conforme al plan del trabajos establecido, "lo más eficiente es impulsar la ejecución de las diferentes unidades de manera simultánea en toda la traza del tramo, es decir, completar la construcción de la explanada y proceder a continuación con los trabajos de construcción del firme".

También están en ejecución las labores de reposición de servicios, extracción y procesamiento de áridos, tratamiento de vertedero y ejecución de tierras, además de desmontes en varios puntos.

En breve comenzarán las cimentaciones de los estribos de la estructura más relevante de la obra que se sitúa sobre el río Flumen y a continuación se ejecutarán los propios estribos y el tablero.

En los últimos meses se han producido otros avances con los movimientos de tierras, obras de drenaje, reposición de servicios, estabilización de suelos y extracción y procesado de materiales para terraplenes y mezclas asfálticas.

La autovía A-22 Huesca-Lérida estará finalizada casi 19 años desde que se colocó en Monzón la primera piedra de este eje de 108 km. Las obras, que ya en su día estuvieron bloqueadas cinco años por la crisis económica y por problemas medioambientales, arrancaron en el verano de 2018 a cargo de la UTE Vidal y Copcisa con un presupuesto de 46,8 millones. Pero el Ministerio ya tuvo que aprobar un primer sobrecoste de 4,5 millones por la necesidad de ocupar más terrenos de los previstos para reponer líneas eléctricas y otros servicios adicionales que ralentizó la construcción y alargó un año el plazo de entrega inicial hasta el 30 de noviembre de 2022.

Además, aprobó el año pasado un nuevo modificado que amplió ese plazo otro año más hasta los 63 meses, casi el doble del que se adjudicó inicialmente, para reposición de nuevos servicios, mejoras de iluminación y ampliar las medidas correctoras arqueológicas del yacimiento romano Los Ayareces tras aparecer restos.

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