Un grupo electrógeno causó la intoxicación del hombre hallado muerto en Sariñena
A solicitud de la Guardia Civil, los bomberos del Servicio Provincial de Incendios y Salvamento han colaborado con la investigación, realizando mediciones y buscando la fuente de gas en la caseta de huerta.
Un grupo electrógeno fue la fuente de la intoxicación por monóxido de carbono que causó el pasado fin de semana la muerte del hombre de 41 años de edad y vecino de Sariñena que fue hallado sin vida en su caseta de huerta. Aunque con un pulso muy débil, la mujer que lo acompañaba pudo ser evacuada al Hospital San Jorge de Huesca, donde ingresó en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
A solicitud de la Guardia Civil, efectivos del parque del Servicio Provincial de Extinción de Incendios y Salvamento de la DPH en Sariñena colaboraron esta misma semana con la investigación dirigida a esclarecer las circunstancias del suceso, realizando mediciones y buscando la fuente de la intoxicación. Al parecer, el grupo electrógeno estaba situado en una habitación contigua a la que estaban los afectados y unida por un pequeño conducto por el que se filtró el gas.
Los hechos tuvieron lugar el pasado sábado. Allegados de la mujer, que estaban preocupados por su larga ausencia, fueron los que alertaron a la Guardia Civil, facilitándole la última ubicación que ella misma había compartido con uno de ellos a través del teléfono móvil y que les conducía hasta la caseta situada en las inmediaciones del casco urbano de Sariñena. Al acercarse al lugar, los agentes identificaron el coche de la víctima, que tampoco contestaba al móvil, y finalmente, procedieron a forzar la caseta, que estaba cerrada con llave desde el interior. Allí encontraron al hombre sin vida y a la mujer con un pulso muy débil. Ambos estaban unidos por lazos de amistad.
La mujer, que reside en la capital monegrina y es madre de tres hijos, fue atendida por sanitarios del centro de salud de Sariñena y después, evacuada en ambulancia al Hospital Universitario San Jorge de Huesca. El hombre tenía dos hijos y era una persona muy conocida en la localidad. Los hechos tuvieron lugar en el pórtico de las recién iniciadas fiestas de San Antolín y causaron una profunda consternación entre los vecinos de la capital monegrina.
