Risas, anillas y una conga en las vacas de Huesca... y tremenda embestida al final

Un joven de 18 años y vecino de Barbastro tuvo que ser evacuado por la Cruz Roja al hospital por una fractura de pierna al ser golpeado por una vaquilla contra la plataforma del centro del ruedo. Fueron atendidas 14 personas más.

Iba camino de ser una mañana plenamente festiva después de varios revolcones sin demasiada consecuencias aparentes (rasguños y alguna camiseta y pantalón rotos), aplausos por las anillas bien puestas de tres recortadores, muchas risas y hasta una conga al sol. Pero casi al final de la segunda suelta de vaquillas de las Fiestas de San Lorenzo (continuarán los días 13, 14 y 15 a las 8.00), toda la plaza se ha llevado las manos a la cabeza por la tremenda embestida que se ha llevado un chaval, que ha sufrido una fea fractura en la pierna izquierda de tibia y peroné al golpearle por detrás una de las vacas contra la plataforma de madera y hierro del centro del ruedo. 

Los voluntarios de Cruz Roja Huesca han acudido rápidamente en su auxilio y tras estabilizarlo, lo han trasladado al Hospital San Jorge. El público ha despedido al joven, de 18 años y vecino de Barbastro, con una sonora ovación de ánimo mientras era evacuado en camilla, escoltado por el personal de seguridad y la Policía. Además, han sido atendidas 14 personas más, aunque ninguna de ellas ha precisado evacuación. En la primera suelta de vaquillas del jueves ya fueron atendidas 19 personas, de las que dos fueron trasladados a un centro sanitario.

Aunque no era la imagen del completo del primer día, el coso oscense ha presentado una gran entrada. El público ha buscado preferentemente la sombra ya que pese al madrugón, el calor ha empezado a notarse muy pronto en los tendidos. Dos charangas y un dj se han turnado con la animación musical durante las casi dos horas de vaquillas. 

El callejón de la plaza estaba casi lleno desde un principio, con agentes de la Policía Local, de la Unidad Adscrita y vigilantes de seguridad haciendo controles aleatorios para asegurarse de que no hubiera menores de 16 años que quisieran saltar al albero. El matador Miguel Ángel Sánchez ha ejercido de director de lidia.

"El único truco es echarle narices e intentarlo mil veces porque a la mil y una la pondrás"

Prácticamente, todos los valientes eran 'amateurs', pero el público también ha disfrutado de la puesta de anillas de tres expertos del recorte. Uno de ellos, Manuel Soto, de Zaragoza, concursa habitualmente con anillas y de cara a las citas que tiene el domingo en Lumpiaque y el lunes en Lerín (Navarra), había venido este viernes a Huesca a entrenar. "Hay que aprovechar estas plazas grandes. Huesca me gusta mucho y además conozco al ganadero", ha explicado. Tenía más expectativas que el jueves, "porque ayer había tanta gente que no se podía recortar", y se han cumplido ya que se ha llevado varias ovaciones del respetable. "El único truco es echarle narices e intentarlo mil veces porque a la mil y una la pondrás", ha subrayado. 

Otro compañero que también ha repetido con las anillas por segundo día era Marcos Gascón, de Zaragoza, que se dedica a este 'hobby' desde hace más de 20 años. "El jueves era difícil porque no se podía ni saltar. Después de tres años sin vaquillas, la gente que no sabe está local por salir. Hoy parece que hay menos así que intentaremos disfrutar mucho más", decía.

En el callejón, la mayoría eran solo espectadores que venían directamente de 'empalmada' desde la discomóvil del recinto exterior del Palacio de Congresos, como Hugo Escuer. "Me gusta ver cómo enganchan a la gente porque te echas unas risas", reconocía. 

Por segundo día no se las perdió Laura Allué. Lo que más le gusta de las vaquillas es que "el ambiente es muy divertido y hay mucha gente". Sin embargo, no se plantea saltar al ruedo "porque me da mucho miedo", confesó. 

Tampoco había pasado aún por casa esta mañana Violeta Berné después de estar toda la noche de fiesta. "Ya vinimos ayer y con el grupo de amigos tenemos pensado venir todos los días porque hay un buen ambiente laurentino y la gente de 18 y 19 años echábamos de menos las fiestas. Y ahora que por fin ha bajado todo el tema del covid-19, hay que aprovechar para venir, echarnos unas risas y luego almorzar y a dormir", explicó. Ella tampoco salta, "solo veo y animo a mis amigos".

También Andrés Buil siguió la suelta desde el callejón. "Vengo todos los días pero a ver a los demás. Antes sí que saltaba, pero nos hacemos mayores", decía entre risas. Y coincidía en que el parón ha hecho que vaya más público a las vaquillas. "Con el covid, se ha notado que ha habido mucho tiempo sin fiestas y la gente echaba de menos esto", dijo.

Aunque no ha habido incidentes, la Policía sí que ha intervenido para expulsar de la plaza a un joven que, intentando huir de la vaquilla, se había subido a la torre que hay en la plataforma del centro del ruedo y había pateado al animal en la cabeza para que no le embistiera. Una actitud que ha sido afeada por el público con silbidos.

 

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