La acusada de asesinar a su exnovio en Broto alega legítima defensa: "Él me hirió antes con el cuchillo y me iba a matar"

La Fiscalía y la acusación particular piden entre 20 y 25 años de cárcel para Daniela Valencia, mientras que la defensa solicita la absolución por la eximente completa de miedo insuperable.

Daniela Valencia, acusada de matar a cuchilladas a su exnovio en Broto.
Daniela Valencia, acusada de matar a cuchilladas a su exnovio en Broto.
Verónica Lacasa

Daniela Valencia, que se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Huesca acusada presuntamente de asesinar a cuchilladas a su exnovio, Geovanny Valencia, de 26 años, en Broto el día de San Valentín del año 2020, ha asegurado este lunes ante el jurado popular que actuó en legítima defensa porque le había amenazado y agredido previamente con el mismo cuchillo en el cuello "y sabía que él me iba a matar", ha justificado. La joven de 24 años de edad se enfrenta a penas de entre 20 y 25 años de cárcel, aunque su defensa pide la absolución por la eximente completa de miedo insuperable. 

En la declaración que ha prestado durante casi tres horas y media, ha reconocido que aquel 14 de febrero de 2020 tuvo una discusión por teléfono con su exnovio por una presunta paliza que él le había dado el día anterior a otro joven con el que ella mantenía una relación "clandestina". Una infidelidad que había sido la causa de que rompieran por primera vez en septiembre del año anterior, aunque luego volvieron a verse de forma esporádica.  

Tras ello, la acusada fue el bar que regentaba la víctima en Broto para darle explicaciones y Geovanny le dijo que en ese momento se terminaba definitivamente la relación. Ella fue a su casa con la madre de él a recoger sus cosas y la víctima acudió más tarde. En un momento dado, el perro que compartían salió de casa y él se lo llevó. A continuación, se fue y Daniela también se marchó del pueblo a dar una vuelta en coche. 

Al regresar, decidió ir a casa de Geovanny a recuperar el perro ya que le había llamado varias veces para pedirle que se lo devolviera y él se había negado. Cogió un juego de llaves que él se había dejado en su casa pensando que no le pillaría porque a esa hora estaría en el bar trabajando. "No quería encontrarme con él porque estaba muy alterado y muy agresivo", ha afirmado. 

Ya dentro de la vivienda de Geovanny, la acusada subió a la planta superior para coger al perro y en ese momento le oyó llegar a casa. Al encontrarse ambos, "él empezó a insultarme, a escupirme y me golpeó dos veces la cabeza con el marco de una puerta. Me preguntaba por qué él siempre me perdonaba las infidelidades y luego yo le fallaba", ha relatado. Entonces, ha añadido, su exnovio se fue a la cocina y cogió un cuchillo. "Estaba fuera de sí, nunca le había visto así. Vino hacia mí con el cuchillo en la mano y yo me quedé de espaldas. Él me lo pasó un par de veces por el cuello mientras me sujetaba con la otra mano y luego me lo clavó varias veces en la nuca. Yo solo le decía que por favor parara", ha indicado. 

Daniela ha asegurado que tras esas agresiones, Geovanny se puso de nuevo frente a él y le dijo con el cuchillo en la mano: "O soy yo o eres tú". Entonces, ella se lo quitó y se lo clavó "porque sabía que me iba a matar y yo tenía muchísimo miedo". Recuerda asestarle dos cuchilladas y el joven cayó al suelo muerto. Al ver lo ocurrido, la acusada llegó a pensar en quitarse la vida tirándose por la ventana e incluso se hizo unas heridas con ese mismo cuchillo en el pecho "porque no podía creer lo que había hecho", ha manifestado. Sin embargo, al final desistió y decidió huir. Se fue a su casa, se cambió de ropa y se marchó de Broto en coche en dirección a Sabiñánigo. Durante el trayecto, llegó a parar el coche y se asomó a un viaducto cerca de Petralba para suicidarse pero no lo hizo. Luego, siguió conduciendo hasta el pueblo de Yebra de Basa donde pasó la noche dentro del vehículo

Al día siguiente, escribió sus pensamientos en una libreta mostrando su arrepentimiento. "Me sentía culpable por haberle sido infiel. Yo en ningún momento quería hacerle daño a Geovanny y menos acabar con su vida. Fueron las circunstancias las que me llevaron a hacerlo por el miedo que tenía", ha recalcado Daniela. Unos vecinos de Yebra de Basa le dejaron un móvil y llamó a su tía para decirle dónde estaba, tras lo que fue detenida por la Guardia Civil. 

Los argumentos de las acusaciones y de la defensa

La Fiscalía solicita para ella 20 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía ya que entiende que Geovanny, que ese mismo día había puesto fin a su relación sentimental con la acusada, no tuvo ninguna posibilidad de defenderse de las cuatro cuchilladas que recibió en el pecho, una de ellas en el corazón que resultó mortal. Al respecto, ha destacado que en el momento de la agresión se estaba quitando la cazadora y llevaba el brazo izquierdo metido aún dentro de la manga y en la mano derecha portaba las llaves de casa. Por ello, rechaza el alegato de la legítima defensa asegurando que las heridas que presentaba Daniela en el cuello, la nuca y el pecho se las hizo ella misma para fingir una supuesta agresión. Aparte de la pena de cárcel, reclama el pago de indemnizaciones por valor de 185.000 euros para los padres, la hermana y el hermano de la víctima.

Mientras, el letrado de la familia de la víctima, Marcos Francoy, considera que además del asesinato existe otra agravante por la relación estable que mantenían desde hacía más de tres años y eleva su petición hasta los 25 años de cárcel ya que Daniela y Geovanny eran pareja de hecho. A su juicio, la acusada mató a su exnovio "porque se negó a asumir el fin de la relación después de que la víctima se enterara de que tenía una aventura con otra persona". En este sentido, ha acusado a Daniela de tener una "relación enfermiza" con el fallecido "porque lo acosaba, ejercía un control absoluto sobre él y le hacía la vida imposible". En su caso, fija la responsabilidad civil en 240.000 euros a favor de la familia de la víctima. 

En primer plano, Gloria Nancy González, madre del joven Geovanny Valencia, muerto a cuchilladas en Broto en febrero de 2020 a manos de su expareja.
En primer plano, Gloria Nancy González, madre del joven Geovanny Valencia, muerto a cuchilladas en Broto en febrero de 2020 a manos de su expareja.
Verónica Lacasa

Por su parte, la defensa, ejercida por el abogado Eladio Mateo, ha rechazado el cargo de asesinato y ha pedido la absolución de su cliente alegando la eximente completa por miedo insuperable o, alternativamente, condenas menores por delitos de lesiones y homicidio por imprudencia. Ha manifestado que Daniela era "víctima" de Geovanny "porque era muy celoso" y de hecho ha asegurado que, según los informes de los psicólogos de la cárcel donde está ingresada, "ella tiene un perfil de chica maltratada y un shock postraumático de las vivencias que tuvo con él". Además, ha acusado a los padres del fallecido de "hacerle la vida insoportable". "Por eso ella buscó el afecto en otra persona", ha justificado. 

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