CHA pide que el legado de Joaquín Costa recale en el Archivo Provincial de Huesca
Los documentos personales del polígrafo nacido en Monzón y que se conservaban en su casa de Graus han sido adquiridos por el Ministerio de Cultura y trasladado a Madri para su digitalización y conservación.
Chunta Aragonesista va a preguntar en el Senado, a través de Carles Mulet de Compromís, las fórmulas jurídicas que el Ministerio de Cultura y Deporte estaría dispuesto a concretar para que sea la ciudad de Huesca la que albergue en su integridad el archivo de Joaquín Costa. CHA recuerda que el Archivo Histórico Provincial de Huesca tiene transferido al Gobierno de Aragón el personal y la gestión, pero es de titularidad estatal por lo que se trata de la ubicación física sin cambio de propiedad.
Recientemente se ha hecho público que el archivo personal de Joaquín Costa que se conservaba en su casa de Graus ha sido adquirido por el Ministerio de Cultura y trasladado a Madrid, al Archivo Histórico Nacional para su digitalización y conservación. CHA considera que este legado, compuesto por unos 50.000 documentos, libros y textos manuscritos, debe tener como destino final el Archivo Provincial de Huesca, por dos principales motivos: "Debe ser un único lugar donde se guarde todo el archivo personal de Joaquín Costa y este debe estar ubicado en su tierra, el Alto Aragón", explica Joaquín Palacín, presidente de CHA.
El Archivo Provincial de Huesca creado en 1931, en sus más de ocho kilómetros de estanterías guarda entre otros y desde 1983 el archivo de Costa, con una ingente cantidad de documentos tal como refleja el libro sobre su inventario dirigido por María Rivas Palá, junto a Jesús Paraíso Gros, Antonio Parrilla Hernández y María Ascensión Vallés Calvo.
Chunta insiste en que los estudiosos del polígrafo altoaragonés tienen como referencia principal el Archivo Provincial de Huesca porque es aquí donde se guardan varios miles de documentos de buena parte del archivo personal que Joaquín Costa logró reunir a lo largo de su vida, relacionado con su actividad científica, profesional o política, pero también personal y familiar, con miles de cartas recibidas por el 'León de Graus'.
Palacín recuerda que "en 1911, cuando murió Joaquín Costa, su hermano Tomás dio autorización para que el cuerpo del difunto fuera enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres de Madrid, pero este nunca llegó a destino porque una gran cantidad de personas detuvo en Zaragoza el tren que transportaba sus restos mortales y, tras una impresionante manifestación popular, tuvo que ser sepultado en Aragón, en el cementerio de Torrero en Zaragoza, donde se construyó un mausoleo cuyo proyecto ganador fue firmado por los oscenses Manuel Bescós (Silvio Kossti) y Felix Lafuente Tobeñas”. "Si su cuerpo descansa en Aragón, su archivo personal y su obra también debe estar en Aragón", apostillan desde CHA.
