Homenaje en Graus al legado cultural y social de Joaquín Costa en el 111 aniversario de la muerte

Los alumnos del Taller de Lectura de la Biblioteca Pública y la Coral Villa de Graus han participado en el acto, que ha concluido con la tradicional ofrenda floral al monumento erigido en 1929 al ilustre pensador y político.

La lectura de distintos textos costistas relacionados con la educación y la política agraria escritos por el político, biógrafo, poeta y periodista Francisco Arias Solís que han realizado los alumnos del Taller de Lectura de la Biblioteca Pública, la interpretación por parte de la Coral Villa de Graus del 'Himno a Costa', compuesto por Manuel Borguñó en 1914 para el Orfeón de la localidad, y la posterior ofrenda floral a los pies del monumento erigido en 1929 al pensador y político han sido los momentos más emotivos del homenaje que la localidad ribagorzana ha rendido este martes a Joaquín Costa para conmemorar el 111 aniversario de sus muerte.

Con la presencia de representantes de los sindicatos de riego del Canal de Aragón y Cataluña y de Riegos del Alto Aragón y del Centro de Estudios de Monzón y Cinca Medio, que han querido sumarse al tributo a pesar de las limitaciones de todo tipo que sigue imponiendo la pandemia, el acto ha estado también arropado por las autoridades municipales grausinas, por descendientes de la familia del pensador cuya memoria se ha homenajeado y por un grupo de residentes en Graus que han sumado su presencia a los escolares lectores y a los coralistas y han querido así testimoniar el hondo respeto que, más de cien años después, se sigue manteniendo en esta villa ribagorzana al legado cultural y social de uno de sus hijos más preclaros.

Todos ellos han vivido con especial intensidad este sencillo acto con el que el consistorio grausino pretende, año tras año desde hace ya más de medio siglo, preservar la memoria de uno de los personajes más influyentes intelectual y políticamente en el tránsito del siglo XIX al XX como abanderado de la idea de renovar profundamente España.

Fue un 8 de febrero de 1911 cuando falleció en su casa de Graus Joaquín Costa, uno de los personajes más influyentes del denominado Regeneracionismo español del tránsito de los siglos XIX al XX. Su muerte causó una honda conmoción nacional y, contra sus deseos de ser enterrado en la villa ribagorzana, se decidió enviar sus restos a Madrid para que reposaran en el panteón de españoles ilustres. No obstante, una movilización popular en Zaragoza frustró este proyecto y generó una campaña que exigió y consiguió la erección de un mausoleo para que pudiera descansar definitivamente en el cementerio de Torrero de la capital aragonesa.

Con una enorme capacidad de trabajo y una curiosidad desmesurada, Joaquín Costa investigó y escribió numerosos libros y artículos sobre educación, lingüística, economía, antropología, derecho o el desarrollo agrario, muchos de los cuales continúan teniendo plena vigencia más de un siglo después.

Como recordaban en su alocución los jóvenes participantes en el Taller de Lectura, a pesar de su aparente fracaso final, hay que considerar a Costa el mayor de los reformadores del siglo XIX. Desarrollando su labor en una época crucial para la transformación de España en un país moderno, acertó a proponer lúcidas soluciones económicas y sociales. La repercusión que sus propuestas, sintetizadas en la dualidad tópica de "escuela y despensa”, han tenido y siguen teniendo a lo largo de nuestro siglo una muestra clara de la vitalidad y fecundidad de su pensamiento.

Joaquín Costa va a tener un especial protagonismo además este año en la vida cultural grausina ya que el Espacio Pirineos ha organizado una gran exposición para mayo sobre su figura y su obra y el ayuntamiento de la villa ribagorzana anuncia próximas e importantes noticias sobre su archivo personal que se conserva en la casa en que falleció.

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