La población de osos crece un 11% cada año y ya alcanza los 70 ejemplares en el Pirineo

Desde el inicio del programa de reintroducción en 1996 han nacido en la cordillera 114 crías. El número de ataques se ha reducido.

Sorita con sus cachorros en una imagen del vídeo difundido por Francia.
Sorita con sus cachorros en una imagen del vídeo difundido por Francia.
PNFbiodiversite

La población de osos pardos en el Pirineo sigue creciendo y ya alcanza los 70 ejemplares, con un mínimo de ocho camadas y 15 crías en el último año. Son los datos del último censo realizado por el Grupo de Seguimiento Transfronterizo de la especie, que coincide además con la salida de la hibernación de los animales. Está formado por representantes de los gobiernos de Andorra, Francia y España y de las instituciones regionales de Cataluña, Aragón y Navarra, así como la Fundación Oso Pardo, que se reúnen cada año por estas fechas para actualizar la estadística de 2021 y corregir la del ejercicio anterior en función de nuevos rastros. El censo de 2020 contabilizó 64 individuos.

Los técnicos estiman que la tasa media de crecimiento anual entre 2006 y 2020 es del 11,40% para el conjunto de los Pirineos. Uno de los aspectos más destacados del 2021 fue la participación en la reproducción de cuatro nuevos machos, entre ellos el famoso Goiat con la hembra Caramellita. La población está compuesta por 34 hembras, 32 machos y 4 individuos de sexo por determinar, con 36 adultos potencialmente reproductores (22 hembras y 14 machos), 19 subadultos y 15 crías del año. Se dio por desaparecidos el último año 3 osos subadultos. Se calcula que desde 1996, cuando comenzó el programa de reintroducción de la especie, han nacido 114 crías. 

En el Pirineo occidental, entre el Bearn, Aragón y Navarra se mueven cinco ejemplares, lejos de los 38 de Cataluña. Son los machos Neré, Canelito y Rodri y las hembras Claverina y Sorita. Esta tuvo tres crías con Rodri, mientras que Nére ha pasado a ser el patriarca con 25 años. En 2004 se apareó con la única hembra superviviente de la especie autóctona, Cannelle, muerta ese mismo año por los disparos de un cazador, poco después de parir a Canelito. Se ha movido por todo el Pirineo, desde la zona más occidental a la oriental.  

El seguimiento se realiza gracias en parte a las imágenes de las cámaras de fototrampeo y a los rastros dejados, como excrementos y pelos, además de los ataques a rebaños y a colmenas. En Francia, el número de indicios ascendió a 1.730, un 13% más que en 2020, mientras en España fueron 1.255. 

El grupo de seguimiento también hace balance de los ataques. Francia clasificó 331 sobre animales domésticos y 2 sobre colmenas, en comparación con los 369 y 5 del año anterior. En España la estadística se redujo aún más, pasando de 90 a 30 en 2021. 

El área total de distribución se estima en unos 6.500 km², lo que supone un descenso de 1.700 km² respecto a 2020 y de 3.900 km² respecto a 2019. Según los técnicos, no implica que la población esté en declive. Una de las razones es que ningún oso estaba equipado con GPS en 2021, ya que los pocos que los llevaban los perdieron o se agotaron las baterías, que tienen una vida limitada desde que son liberados. Se extiende a lo largo de 235 km de este a oeste, desde el suroeste del departamento de Aude en Francia hasta el noreste de Navarra en España. 

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