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100 años de la farmacia Compairé en Huesca: “Hemos tratado a diferentes generaciones de la misma familia”

La botica oscense, que es una de las farmacias más longevas de la ciudad regentada por la misma familia, celebra este 2021 su centenario.

“Cuando se fundó la farmacia, las calles ni siquiera estaban pavimentadas. No había casi nada alrededor, ni siquiera edificios, todo era campo”, relata Ignacio Compairé, bisnieto del fotógrafo y farmacéutico Ricardo Compairé, recordando lo que le había contado su familia cuando se creó la farmacia hace 100 años en Huesca, que se dice pronto. La botica forma parte del patrimonio de la ciudad, y es una de las más antigua de la provincia, aunque no se puede confirmar oficialmente que sea la más veterana porque no figura en los registros del Colegio de Farmacéuticos de Huesca, según explica el joven a HERALDO.

Este año, la Farmacia Compairé ha celebrado su centenario. Un 8 de agosto de 1921, Ricardo Compairé Escartín (Villanúa, 1883-Huesca, 1965) abrió la farmacia que portaba su apellido. Unos años más tarde, en 1924, creó una tienda de fotografía que incorporó a la botica junto con una droguería, dando lugar a un pequeño ‘Corte Inglés’ en el centro de Huesca. 100 años después, su nieto, José Luis Compairé, regenta el negocio familiar que todavía se mantiene a flote con la misma esencia que en sus inicios, y con las mismas ganas que el primer día.

“Mi bisabuelo tenía la farmacia en otro local, entre la calle Padre Huesca y el Coso Bajo. Estuvo allí tres años, hasta que se incendió, y fue trasladada al edificio que tenemos ahora”, explica Ignacio Compairé. Desde la fachada se puede apreciar cómo se trata de un edificio antiguo y, aunque se haya reformado en ocasiones para modernizar los letreros y añadir varios detalles, todavía conserva su esencia clásica. Además, este año presenta un aspecto diferente al habitual gracias al aniversario: se exhiben unas fotografías de Ricardo Compairé y un agradecimiento a la ciudad por “ser parte de esta familia”.

El evento, organizado por Franermedia, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, la Cámara de Comercio de Zaragoza, la Feria de Zaragoza y la Universidad de Zaragoza.
De izquierda a derecha, Alberto Compairé, María Ascensión Bergua, José Luis Compairé e Ignacio Compairé, frente a la farmacia.
J. E.

Un centenario es una cifra para enmarcar, pero todo ese tiempo engloba muchas historias más. Además de las clásicas anécdotas de farmacéuticos, cuando los clientes confunden los nombres de los productos y "en vez de decir colutorio, dicen locutorio", Compairé guarda historias dignas de su legado en Huesca. 

Hace varias décadas, cuando todavía no existía la televisión, los aficionados a la SD Huesca no podían conocer cómo había quedado su equipo. En ese momento, a la farmacia se le ocurrió un método muy ingenioso para publicitarse y, a la vez, dar publicidad. "El delegado del equipo, Miguel Avellanas, que trabajaba con Ricardo Compairé en su tienda de fotografía, hacía fotos en el partido de la SD Huesca y, posteriormente, elegían al que era el mejor jugador del encuentro, y colocaban sus imágenes en la fachada de la farmacia", asevera Ignacio Compairé. De este modo, se reunían decenas de personas en el exterior del edificio para comentar la elección del 'MVP', y el jugador "premiado" recibía un corte de pelo gratis en una peluquería cercana.

Sin embargo, el cambio que más ha notado el negocio a lo largo de estos 100 años ha sido la forma de trabajar. Antiguamente, los clientes acudían por las mismas dolencias que ahora a la farmacia, según la familia. No obstante, en aquella época debían fabricar de cero el producto, lo que llevaba mucho tiempo. “Ahora tenemos todo al alcance de la mano, salvo algunas recetas muy específicas”, explica el joven farmacéutico mientras señala una ‘infinidad’ de almacenajes que guardan cajas con medicamentos. Además, con la tecnología, afirman sentirse “más cómodos” al tenerlo todo registrado.

"La fórmula es el trabajo, la profesionalidad y la atención al cliente"

Pero, ¿cuál puede ser la fórmula para que un negocio familiar consiga sobrevivir tantos años? Para los Compairé, no tiene ningún secreto: “Creemos que lo que más nos ha ayudado es el trabajo, la profesionalidad, y la atención al cliente, que es lo más importante para nosotros”. Y es que la farmacia ha atendido a pacientes de diferentes generaciones familiares gracias a su “trato muy cercano”.

Los últimos dos años, con la pandemia, han sido duros para los Compairé, pero supieron hacer frente a la complicada situación utilizando métodos que no habían pensado antes. “Llevábamos los productos a domicilio en algunas ocasiones, sobre todo a las personas mayores, con la ayuda de voluntarios de la Cruz Roja”, explica el joven Compairé. Además, como los centros de salud estuvieron cerrados durante un tiempo debido al colapso por los pacientes covid, la familia atendía a los afectados -algunas veces por teléfono, pero la mayoría de las veces presencialmente- para dar indicaciones sobre cómo tomar algunos tratamientos, o incluso para facilitar información de las vacunas.

Actualmente, hay planes de futuro. Ignacio y Alberto Compairé, bisnietos del fotógrafo, también son farmacéuticos y trabajan en la botica junto con sus padres. La familia espera que el negocio perdure durante otros cien años más, reciclándose o adaptándose a los nuevos cambios venideros que el futuro pueda traer. De hecho, el mayor de los hermanos espera en los próximos días el nacimiento de una nueva primogénita, Lucía, que quizás, quién sabe, pueda ser una de las continuadoras de la saga Compairé en Huesca.

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