El lobo ya ha causado 5 ataques al ganado este año en Aragón por uno solo del oso

Curiosamente los daños de los cánidos no se indemnizan a diferencia de los de la otra especie. Los incidentes caen tras la muerte de la osa Sarousse, ya que la media anual era de 7,7.

Foto de archivo de un lobo
Foto de archivo de un lobo
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El lobo está detrás de la mayor parte de los ataques a ganado provocados por los grandes depredadores este año en Aragón, superando incluso a los del oso. En 2020 solo se notificó un incidente con un cánido, por 23 atribuidos a los plantígrados. Sin embargo, en lo que va de 2021, el dato se ha invertido y mientras esta especie solo ha provocado una denuncia, se han certificado cinco de lobos.

Es la cifra más baja de incidentes con el osos de los últimos años, a punto ya de iniciar la hibernación. Una de las razones es la muerte de Sarousse, abatida por un cazador (la causa se archivó al entender que fue en defensa propia), a la que se atribuían casi todos los ataques de la Ribagorza.

La estadística se disparó en 2019 y 2020 cuando Goiat, un gran depredador, apareció en la Comunidad. En esos ejercicios se denunciaron 35 y 23 ataques, respectivamente, aunque la DGA solo reconoció 24 y 15, llegando a pagar en 2019 casi 36.000 euros en indemnizaciones.

En los últimos 18 años, el promedio de expedientes ha sido de 7,7, con un coste de 8.925,79 euros/año. Los ataques se han reducido hasta solo uno en 2021, por el que se han pagado 364 euros, aunque hay otro en tramitación, según los datos del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.

La consejería confirma la presencia de dos o tres ejemplares asiduos en el Pirineo aragonés. Tras la muerte de Sarousse queda Claverina, que desde su liberación en 2018 en Francia circula entre ese país, Navarra y Aragón. Neré, un macho que solía frecuentar los Valles Occidentales, se desplaza por la cara norte, en territorio francés, llegando hasta el Pirineo central. En 2020 no hubo localizaciones suyas. Además, "de manera muy ocasional" constan incursiones de otros seis o siete osos.

Entre estos se encuentran Sorita, liberada con Claverina, y otro ejemplar no identificado en el Pirineo occidental. El resto se mueven por la Ribagorza y el Sobrarbe oriental. Aquí han realizado incursiones Goiat y Cannelito y se han detectado indicios de un ejemplar joven y de uno o dos más adultos sin identificar. Su presencia se percibe a través de huellas o algún avistamiento muy esporádico en zonas casi fronterizas con Francia, ya que ninguno porta el collar de seguimiento.

En cuanto a los lobos, ya suman 43 ataques desde que se detectó un ejemplar en los Monegros en 2017. Fue el peor año, con 20; y el 2020, el de menor incidencia. Este 2021 ha aparecido otro cánido, en la comarca de la Jacetania, al que al menos se le atribuye un incidente, aunque hay huellas de más animales en las provincias de Teruel y Zaragoza.

Curiosamente, mientras los ganaderos reciben indemnizaciones por los osos, no ocurre lo mismo con los lobos. La actual normativa, del 2003, solo las contempla en el caso de especies de fauna silvestre en peligro de extinción, y el lobo es un animal protegido pero sin esa consideración. El Gobierno de Aragón se comprometió a hacerlo, por boca de su director general de Medio Ambiente, Diego Bayona, el mismo que apoyó aumentar la protección del lobo, pero aún no se ha materializado. Para ello tendría que modificar la orden, como le han pedido ecologistas y organizaciones agrarias.

En todo caso, el departamento recuerda la existencia de una línea de ayudas pionera, desde 2018, para explotaciones extensivas de ovino y caprino en zona con presencia de ambas especies, con unas primas por cabeza de hasta 6 euros y subvenciones para costear las medidas de protección. Ya se han pagado 2 millones de euros y este año se han presentado 137 solicitudes, que suman 536.508 euros.

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