Premio a una saga de cuatro generaciones de mujeres que han levantado un campin de altura en Benasque

La Federación Española reconoce la trayectoria profesional del campin Aneto en su gala anual, que también ha otorgado un galardón al de Ordesa por tener el mejor entorno natural.

Las cuatro generaciones del campin al recibir el premio.
Las cuatro generaciones del campin al recibir el premio.
Heraldo

Uno de los momentos más especiales vividos durante la III Gala de Campings de España que se celebró la noche del jueves en Málaga fue la concesión al campin Aneto de Benasque del premio 'Trayectoria profesional' por la gestión que han hecho de este modélico establecimiento cuatro generaciones de mujeres de la misma familia.

Un premio "muy emotivo”, según confiesan estas cuatro benasquesas: Carmen Tornil, la pionera, su hija Elena Ruiz Tornil, su nieta María Segura Ruiz y la benjamina, su bisnieta Eva Mendoza Segura que, con tan solo 9 años, sueña con tomar el relevo de sus mayores y ya organiza las actividades de animación para los clientes. Llegó, además, en el día en que la matriarca Carmen cumplía 91 años. 

Fue una doble celebración para esta emprendedora saga femenina que regenta desde 1982 este campin que se ha consolidado como un atractivo punto de referencia para campistas de las más diversas procedencias subyugados por el trato, siempre cercano y amable, de sus propietarias y por el impresionante entorno de las cumbres más altas del Pirineo.

Muy contentas por el reconocimiento recibido, "especialmente importante y todo un honor al tratarse de un galardón entregado por nuestros compañeros de profesión", confirma María. La hija, nieta y bisnieta arroparon en la entrega a la matriarca Carmen que, en su discurso de agradecimiento habló sobre la dureza de todos los comienzos, extremos en un campin a 1.200 metros de altitud con unos medios que no eran los actuales. “Hay que tener ganas para estar allá arriba, pero a nosotras nos encanta”, confiesa María, recordando que, según se comentó en la gala, el caso de su familia es el único del que hay constancia en Europa gestionado por cuatro generaciones de mujeres.

Inaugurado por Carmen en pleno valle de Benasque y en dos grandes parcelas de tierras entre los ríos Ésera y Estós y junto al puente de San Jaime, en 1998 se hizo cargo del establecimiento su hija Elena (55 años) dejando paso a su vez en 2013 a su hija María (34 años). Hoy, Eva garantiza el futuro recambio generacional y la presencia de la cuarta generación femenina. 

Sus primeros clientes fueron amantes de la montaña que viajaban a conocer el emblemático pico Ruda con sus tiendas de campaña. Ahora, 39 años después y con el incansable trabajo de Carmen, Elena, María y la pequeña Eva, se ha convertido en uno de los mejores establecimientos de montaña del país, con modernos bungalós y amplias parcelas en un entorno extraordinario cuyas responsables esperan "con mucha ilusión" la llegada del cuadragésimo cumpleaños para conmemorarlo con un amplio programa de actividades.

En el acto de entrega del premio, la presidenta de la Federación, Ana Beriain, señaló que "se trata de un reconocimiento muy merecido ya que demuestra el importante papel que están teniendo las mujeres en la mejora del sector y su valiosa incorporación en la gestión de empresas. Si además, se trata de un negocio familiar que pasa de padres a hijos, de hijos a nietos y de nietos a bisnietos, aún tiene mayor significado ya que pone en valor el relevo generacional". 

Este no fue el único reconocimiento a un alojamiento al aire libre de la provincia de Huesca, ya que el campin Ordesa, de Torla, fue reconocido como el mejor en el apartado de entorno natural. 

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