BD duplica su producción de jeringuillas en Fraga para las vacunas de la covid

Becton Dickinson prevé instalar una tercera línea en el año 2022 en esta planta del Bajo Cinca para atender la demanda.

En la planta de Fraga trabajan unas 800 personas.
En la planta de Fraga trabajan unas 800 personas.
Patricia Puértolas | Patri

La multinacional estadounidenses Becton Dickinson (BD) sigue invirtiendo en su planta de Fraga con el objetivo de adaptar su producción a la demanda de los mercados. De forma reciente, la factoría, una de las mayores de la provincia de Huesca, con alrededor de 800 empleados, ha puesto en marcha una segunda línea de uno de los tipos de jeringuillas más utilizados para inocular las vacunas contra la covid-19 y de cumplirse lo previsto, abrirá una tercera en el segundo semestre de 2022.

A través de la segunda línea, que se activó el pasado mes de junio y que supuso una inversión de 1,5 millones de euros, Becton Dickinson ha duplicado su capacidad de producción de este tipo de jeringas. Hasta ahora, la planta de Fraga podía fabricar un máximo de 225 millones de unidades al año y ahora, podrá alcanzar las 450. Y la previsión es que lo haga. De hecho, se trata de un producto altamente demandado y desde su puesta en marcha, ambas líneas trabajan "al máximo de su capacidad", según señalaron fuentes de la empresa. "Ahora mismo, BD tiene comprometida toda su producción", añadieron. 

Una imagen de la fábrica, donde se pueden ver otras ampliaciones que están realizando en la actualidad.
Una imagen de la fábrica, donde se pueden ver otras ampliaciones que están realizando en la actualidad.
Patricia Puértolas

A principios de esta misma semana, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que es posible que haya desabastecimiento de este tipo de jeringuillas ante la inesperada demanda que ha supuesto la campaña mundial de inmunización contra el coronavirus. A pocas semanas de cumplirse un año desde que empezaron a administrarse las vacunas contra la covid-19, las dosis aplicadas superan los 6.800 millones, lo que representa el doble de todas las vacunas que se inoculaban cada año a nivel mundial e implica que para este fin sea necesario contar con el triple de jeringas que antes. 

De momento, de acuerdo a las mismas fuentes, Becton Dickinson "ha satisfecho todas las demandas de sus clientes", entre los que figuran varias Comunidades Autónomas españolas así como diferentes sistemas de salud de otros países europeos. Por ejemplo, algunos de sus primeros pedidos, que tuvieron lugar ya en noviembre de 2020, salieron con destino a Inglaterra, Francia, Alemania u Holanda.

Aunque la multinacional estadounidense tiene plantas en otras dos municipios españoles (San Agustín de Guadalix y Almaraz), la de Fraga es la única dedicada a la fabricación de jeringas dirigidas a la aplicación de las vacunas contra la covid-19. El dispositivo es uno de los mejores que existen en el mercado. Al llevar la aguja integrada, su uso es rápido y sencillo, lo que permite que pueda ser suministrada por cualquier profesional sanitario y además, cuenta con una pieza integrada en el émbolo que evita el más mínimo desperdicio. 

La jeringuilla ya formaba parte de los productos desarrollados por la multinacional americana, que se fundó en el año 1897 y que está especializada en tecnología médica. De hecho, ya fue el dispositivo elegido para la vacunación de la H1N1 o gripe porcina en Europa y por organizaciones como Unicef, GAVI o Fundación Gates para sus campañas de vacunación.

Además de las inversiones dirigidas a aumentar la capacidad productiva de este tipo de jeringas, Becton Dickinson está implementando otras mejoras en su planta de Fraga, entre las que figuran la ampliación del almacén y del edificio de producción de jeringuillas precargadas, otro de sus productos estrella, así como la creación de un centro de moldeo. Todos estos proyectos, que superan los 100 millones de euros, demuestran la apuesta de la multinacional por Aragón, especialmente después de haber elegido Zaragoza para la creación de su cuarta fábrica. 

La futura instalación de la capital aragonesa contará con una inversión superior a los 200 millones de euros y creará 600 empleos hasta 2030. El acto de colocación de la primera piedra de la nueva planta tendrá lugar el próximo martes con la presencia de altos cargos de la empresa médica y con la participación del presidente de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.

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