Aragón

Becton inicia las obras de su macroplanta de jeringuillas y edificará 55.116 m2 en cuatro fases

El movimiento de tierras comenzó hace un mes para suavizar el desnivel de 17 metros de los suelos. La primera piedra de la fábrica se pondrá en noviembre para que esté en servicio en dos años.

Una retroexcavadora, el pasado jueves, moviendo tierra en la parcela de Becton en Empresarium.
Una retroexcavadora, el pasado jueves, moviendo tierra en la parcela de Becton en Empresarium.
Toni Galán

La multinacional norteamericana de material sanitario Becton Dickinson ya ha iniciado la cuenta atrás para fabricar jeringuillas de última generación en el polígono industrial Empresarium. El movimiento de tierras está lanzado con el fin de suavizar el fuerte desnivel existente entre las ocho parcelas adquiridas al Ayuntamiento de Zaragoza y, en paralelo, se tramitan las licencias de edificación y actividad. Si se cumplen las previsiones de la compañía, la primera piedra de la planta se pondrá a finales de noviembre con el objetivo de que esté operativa en dos años. Su construcción se hará en cuatro fases hasta completar los 55.116 metros cuadrados previstos en el proyecto.

La contratista aragonesa Hermanos de Pablo comenzó a mediados de septiembre el movimiento de tierras, que es de calado por las características del terreno: hasta 17 metros hay que salvar entre las parcelas más altas, situadas al norte, con las de menor cota, al sur. Todas ellas suman una superficie de 102.421 metros cuadrados junto al eje de la carretera de Castellón.

Dos equipos de excavación

Dos equipos de excavación, con el respaldo de una docena de vehículos pesados, se está encargando de mover hasta 200.000 metros cúbicos en menos tiempo del previsto, fijado en tres meses y que se va a recortar casi a la mitad, de modo que se pueda comenzar la cimentación en la segunda quincena de noviembre. Por el momento, se ha acometido más de la mitad de estos trabajos previos a la edificación.

Becton Dickinson ultima estos días el proceso de licitación de las obras y las empresas invitadas -todas certificadas por la multinacional- deben entregar antes de que acabe la semana sus ofertas. De este modo, se podrán estudiar y elegir la más idónea para que la constructora empiece a trabajar.

La empresa ha tenido en cuenta este desnivel en el diseño y, con el objetivo de minimizar los costes de las instalaciones, pretende crear dos áreas diferenciadas: una más elevada donde situará la zona administrativa y otra de mayor tamaño dedicada a la producción. La edificabilidad permitida alcanza los 87.058 metros cuadrados, pero no se llegará a consumir. De hecho, se va a ejecutar algo menos de dos tercios de la superficie autorizada en un plazo de nueve años y con una inversión de al menos 206 millones.

Según el proyecto de edificación, su construcción se acometerá en cuatro fases y Becton Dickinson ha tramitado ante la Gerencia de Urbanismo la documentación para los dos primeras, que rozan los 31.000 metros. Las dos restantes se ejecutarán más adelante y supondrán otros 13.319 y 10.837 m2, respectivamente.

La intervención en curso comprende la construcción de las edificaciones necesarias para la puesta en servicio de la planta productiva, las oficinas y áreas sociales, además de los viales necesarios para ordenar la circulación. Incluye igualmente un área de aparcamiento dotada con 600 plazas, aunque inicialmente trabajarán 150 personas y se llegará a 600 cuando estén en marcha todas las líneas de producción. Buena parte serán cualificados en áreas como la electromecánica, metrología, robótica o control de calidad de procesos, según detalló la propia compañía.

El complejo contará inicialmente con un edificio de oficinas generales, una central de instalaciones, naves específicas para el ensamblaje de productos plásticos y para la fabricación de jeringuillas prellenables de vidrio (denominadas ‘Hypack’), un almacén y un parque de reciclaje. Igualmente, el diseño incluye la construcción de un "pasillo central de comunicaciones", en la misma línea de la galería subterránea que ha construido Bon Àrea para conectar las distintas unidades de su complejo agroalimentario de Épila.

En la cota cero del terreno, correspondiente al vial norte, se construirá el parque de reciclaje y a partir del nivel 1 se acometerá el resto de las edificaciones. El más elevado será el bloque administrativo y contará con cuatro plantas, incluida la baja y la superior a modo de mirador.

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