Vivir sin luz en el Pirineo en pleno siglo XXI

Tella-Sin, Boltaña, Fanlo, Fiscal y Puértolas, todos en Sobrarbe, aún tienen núcleos sin este servicio básico. Los ayuntamientos valoran la "sensibilidad" de la DPH para financiar los proyectos, que son muy costosos.

El alcalde de Tella-Sin, Feliciano Sesé, en el centro, junto a dos de los vecinos de Revilla, que recientemente ha celebrado la llegada de la luz.
El alcalde de Tella-Sin, Feliciano Sesé, en el centro, junto a dos de los vecinos de Revilla, que recientemente ha celebrado la llegada de la luz.
Rafael Gobantes

El Sobrarbe celebró la reciente electrificación de Revilla, un núcleo del municipio de Tella-Sin. Han sido necesarios diez años de trabajos y una inversión de casi 700.000 euros (financiada por la DPH, el ayuntamiento, el Centenario de Ordesa y el departamento de Industria). Sin embargo, una decena de pequeños pueblos de la comarca todavía están pendientes de la llegada de la luz.

En el mismo Tella-Sin aún no tienen este servicio Miraval y Estaroniello. En ambos hay alojamientos de turismo rural y casas particulares que ahora se suministran con placas solares "pero tienen su ciclo de vida y cada 15 años hay que cambiar la instalación", explica el alcalde, Feliciano Sesé. Tras conseguir el hito de Revilla, van a empezar a tramitar estos dos proyectos "porque sin luz, la gente no puede quedarse a vivir de forma permanente ya que las placas tiene sus limitaciones y a lo mejor si quieres encender dos electrodomésticos a la vez, no tienes suficiente potencia". Para ello, espera contar con el apoyo de las mismas administraciones que han colaborado en Revilla. "Habrá que sumar esfuerzos para poder llegar entre todos", desea.

El Ayuntamiento de Boltaña acaba de licitar por casi 150.000 euros (financiados por la DPH en un 80%) las obras para una instalación fotovoltaica de 30 KWp que llevará suministro eléctrico al núcleo de Ascaso antes de finales de noviembre a los siete vecinos que viven, cuatro de ellos de forma permanente, como explica el alcalde, José María Giménez.

Aparte, quedan por electrificar los núcleos de Silves y Seso. Los proyectos arrancaron en 2010 y las obras se acabaron el año pasado pero aún no son una realidad por un problema burocrático con la compañía suministradora. Han costado unos 200.000 euros, subvencionados también por la DPH. "En Silves viven fijos cinco vecinos fijos y en Seso, uno o dos puntuales también. Ahora se suministran con baterías y placas, y hay un bombeo de agua con gasoil por lo que hay que subir cada cuatro o cinco días a bombear y es muy incómodo", detalla el alcalde.

"No viven todo el año por no tener luz"

Boltaña también tiene pendiente de electrificar Matidero, en la Guarguera. "El proyecto está preparado y queremos que sea el próximo porque también hay gente empadronada pero no vive todo el año por no tener luz y tenemos claro que en el momento en que la pongamos también habrá quien volverá a vivir allí", resalta.

Giménez agradece a la Diputación de Huesca su "sensibilidad" con estos proyectos "porque son costosos pero si quieres apostar por los pueblos y el mundo rural, hay que hacer este tipo de inversiones y en el ayuntamiento lo apoyamos porque pensamos que es fundamental que los pueblos tengan servicios para poder ser habitados, si no se nos quedará todo vacío".

En Estaroniello, en Tella-Sin, ya hay casas arregladas pendientes de la llegada de la luz.
En Estaroniello, en Tella-Sin, ya hay casas arregladas pendientes de la llegada de la luz.
Rafael Gobantes

Precisamente la DPH también tiene previsto conceder una subvención de unos 100.000 euros para llevar la luz a Sercué, en Fanlo. Estuvo abandonado pero en 1999 el Ayuntamiento acondicionó una pequeña pista y a raíz de ello un exvecino empezó a reformar una casa. "Como vimos que aquello funcionaba, se llevó el agua, se ensanchó la pista, se hicieron alcantarillas, un depósito de agua... se fue dotando al pueblo de servicios básicos para poder vivir. Y ahora tenemos siete casas arregladas, una de ellas de turismo rural", afirma el alcalde, Horacio Palacio.

Tras rechazar el primer proyecto, el Inaga autorizó lleva la línea mediante pilonas desde Nerín y posteriormente soterrada por la pista. Esta última fase está acabada, pero queda la aérea, además de la instalación de un transformador y de la línea de baja tensión para que los vecinos se conecten. "Nos falta ese último empujón pero me he propuesto llevarla en este mandato porque vivir a las puertas de un Parque Nacional sin luz es un fastidio y lo sé porque yo lo viví de niño", admite Palacio.

Pendientes del plan de restitución de Jánovas

Fiscal, por su parte, está a la espera de electrificar Lacort y Lavelilla. En el primero no vive nadie pero en el segundo ya hay una casa rehabilitada. En ambos casos depende de la ejecución del plan de restitución de Jánovas ya que están incluidos en él con un presupuesto de 400.000 euros. El alcalde, Manuel Larrosa, lamenta el retraso "porque avanzan más los vecinos en la recuperación de sus casas que la administración con la instalación de servicios básicos".

Puértolas también quiere cambiar el sistema de placas solares que llevan utilizando desde hace 30 años en Escuaín los vecinos de cuatro casas y la propia oficina del Parque Nacional. "Ha funcionado muy bien pero tiene sus limitaciones porque hay que controlar mucho el gasto y está un poco anticuado. Por esto, tenemos que pensar ya en que llegue la luz normal o en buscar una renovación", admite el alcalde, José Manuel Bielsa, quien recalca que los pueblos necesitan "un mínimo de condiciones ya que precisamente una de las claves de la despoblación de los años 60 y 70 fue esa". Valora los avances que han impulsado las administraciones en los últimos años, "pero quedan cosas por hacer porque se habla mucho de la conectividad, por ejemplo, pero todavía tenemos los mínimos sin cubrir en algunos sitios"

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