"Va a ser muy triste no poder encender por segundo año el chupinazo de San Lorenzo"

Gonzalo Hernández, de la Pirotecnia Oscense, lleva desde 1977 ayudando a prender la mecha del cohete que marca siempre el inicio de las fiestas de Huesca. 

Gonzalo Hernández, de la Pirotecnia Oscense, en el balcón del Ayuntamiento de Huesca con una réplica del cohete que había encendido este 9 de agosto en el chupinazo de las fiestas de San Lorenzo.
Gonzalo Hernández, de la Pirotecnia Oscense, en el balcón del Ayuntamiento de Huesca con una réplica del cohete que había encendido este 9 de agosto en el chupinazo de las fiestas de San Lorenzo.
Rafael Gobantes

Hoy, a las doce en punto del mediodía, hubiera tenido que estallar en el cielo el chupinazo de las Fiestas de San Lorenzo 2021. Pero la pandemia, como ya ocurrió el año pasado, lo ha vuelto a impedir. El Ayuntamiento suele invitar a alguien para que encienda la mecha del cohete como reconocimiento, pero quien no se ha perdido nunca este esperado momento desde 1977, en una plaza de la Catedral abarrotada, es Gonzalo Hernández, de la Pirotecnia Oscense, que siempre ejerce de ayudante del lanzador para garantizar que la tradición se cumpla cada año. Algo de lo que se siente "orgulloso".

"Para mí va a ser un día muy triste", reconoce Gonzalo Hernández, quien pese a su experiencia, asegura que cuando llega el momento de entregar la bengala encendida para prender el cohete "siempre lo vives con un poco de nervios porque ves a todo el mundo llenando la plaza y solo quieres que salga todo perfecto". Y así ha sido en estos más de 40 años, salvo el 9 de agosto de 2017, cuando se llevó un pequeño susto. "Le dieron con la bengala al cohete al salir, cimbreó la varilla y al subir, pegó en el alero del Ayuntamiento y rebotó. Luego explotó a medio altura junto a un balcón pero por suerte no pasó nada", recuerda. 

Con todo, confía en que este sea el último año sin Fiestas de San Lorenzo. "Si lo enciendo el año que viene será buena señal de que ya no tendremos casi pandemia, porque no creo tampoco que esto desaparezca completamente", afirma esperanzado. 

Los dos años de suspensiones de festejos populares han supuesto un serio quebranto económico para la Pirotecnia Oscense, y de hecho gran parte de la plantilla todavía sigue en ERTE. "Si no hubiera sido por Navarra y por Francia, que sí siguen echando fuegos artificiales, ya hubiéramos cerrado porque dos años seguidos sin trabajar es mucho tiempo teniendo que pagar todos los gastos e impuestos", manifiesta. E insiste en defender la seguridad de este tipo de espectáculos pirotécnicos "porque se ven de lejos, incluso se puede hacer desde tu propia casa, y generan un ambiente festivo". 

La empresa ha vuelto a ofrecer a los oscenses la posibilidad de comprarse una réplica del cohete que se lanza desde el Ayuntamiento para dar la bienvenida a las 'no fiestas' de San Lorenzo "con responsabilidad", remarca. 

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