Las obras para reparar el desprendimiento del Ventamillo costarán 4,3 millones

El Consejo de Ministros toma razón de la declaración de emergencia de los trabajos. Mientras, sigue adelante el arreglo del otro derrumbe entre Seira y Campo que ha retrasado la reapertura de la N-260 a final de junio.  

Actualmente se están colocando unas mallas y unas pantallas para proteger el Congosto del Ventamillo frente a posibles nuevos desprendimientos.
Se están colocando unas mallas y unas pantallas para proteger el Congosto del Ventamillo frente a posibles nuevos desprendimientos.
Heraldo

Las obras para reparar el desprendimiento ocurrido el 28 de febrero en el Congosto del Ventamillo, uno de los puntos más conflictivo del principal acceso al valle de Benasque por la N-260, costará 4.350.155,45 euros. Así se ha informado este martes en la reunión del Consejo de Ministros, donde han acordado tomar razón de la declaración de emergencia de los trabajos de protección y reparación de los daños producidos en el tramo comprendido entre los puntos kilométricos 389,700 y 390,425, subsanando la situación de "grave peligro" existente.

Estos trabajos están ya en la recta final aunque han obligado a poner limitaciones de circulación a los vecinos de Seira, los únicos que han podido pasar por el congosto desde el 6 de abril y con horarios restringidos: de 5.30 a 6.00, de 8.00 a 9.00, de 14.00 a 14.30, de 17.30 a 18.30 y de 20.30 a 22.00, de lunes a viernes; y a partir de las 14.00 los sábados y domingos.

En paralelo, continúan adelante las obras para arreglar otro desprendimiento ocurrido a mediados de abril que ha obligado a prolongar hasta finales de junio el corte de la N-260 entre las poblaciones de El Run y Campo. Estos trabajos también dispararán el presupuesto inicial de 35,7 millones de euros aunque el coste aún no está definido.

Cabe recordar que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana enfrió recientemente las expectativas que se habían generado entre los alcaldes, empresarios y la sociedad civil en su conjunto del valle de Benasque en particular y de la comarca de la Ribagorza en general para reactivar la aspiración de construir un túnel de 3 km para salvar este congosto ubicado entre Seira y El Run donde son frecuentes los desprendimientos y cuya estrechez impide en muchos puntos que se crucen dos vehículos pesados.

El último derrumbe obligó a instalar semáforos para dar paso alternativo, aunque tras el desprendimiento ocurrido entre Campo y Seira se cortó al tráfico para poder avanzar con los trabajos de reparación. La solución ha pasado por colocar en esta garganta de roca calcárea de más de 200 metros de altura unas mallas de cables y unas pantallas dinámicas como protección frente a la posible caída de rocas. También se está reponiendo la calzada dañada por las piedras y se están construyendo unos voladizos y un pequeño sobreancho que servirá como apartadero para vehículos pesados en caso de aglomeraciones.

Fuentes ministeriales dejaron claro a HERALDO que cualquier decisión sobre retomar o no el túnel del Ventamillo se retrasará al menos hasta 2023, cuando estén finalizadas las actuales obras de acondicionamiento de los 12 kilómetros entre Campo y Seira.  Transportes recordó que en su día ya se segregó el tramo del Congosto del Ventamillo de la mejora integral de la N-260 por condicionantes ambientales, "por lo que lo recomendable en la situación actual sería analizar el comportamiento del tramo que se está acondicionando y verificar su adecuada integración en el entorno". "A partir de ahí, y con datos reales, por parte del Ministerio se tendrán en cuenta todas las alternativas viables a nivel legal, ambiental, técnico y funcional", subrayaron. El acondicionamiento del trazado implicaría la iniciación de un nuevo expediente que debería ser sometido a información pública con otra DIA, lo que alargaría su tramitación varios años.

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