El novio de la inglesa desaparecida en Benasque confía en reanudar pronto la búsqueda

Daniel Colegate, la pareja de Esther Dingley, la montañera de 37 años desaparecida a finales de noviembre en el valle de Benasque cuando hacía una ruta de alta montaña, confía en que la búsqueda se retome pronto, cuando se empiece a retirar la nieve. "La búsqueda de Esther en los Pirineos aún no se ha reanudado oficialmente", ha asegurado.

En la última quincena se ha reunido con las unidades de rescate españolas y francesas y ambas han confirmado, según él, que pretenden reemprender el operativo "con todos los esfuerzos posibles", cuando la zona donde se perdió su rastro quede despejada de nieve para que pueda ser eficaz y minucioso.

"Lamentablemente, debido al frío en abril en la región, las zonas a mayor altitud de la ruta de Esther cerca del pico Salvaguardia permanecen bajo una gruesa manta de nieve", ha indicado Colegate en unas declaraciones en sus redes sociales y que también han sido difundidas por la LBT Global, una organización de apoyo a los británicos con problemas en el extranjero que colabora con la pareja y la madre de la montañera.

Él mismo ha estado en la zona durante las últimas semanas explorándola, prestando especial atención a los bosques cercanos a su ruta, posibles caminos alternativos y también en Benasque, donde permanecía aparcada la caravana que utilizaba para desplazarse por el Pirineo.

"Aunque todavía me resulte muy difícil entender por qué Esther no fue encontrada en noviembre si hubiera sufrido un accidente, un sentimiento que se profundiza más en el tiempo que paso en la zona, seguiré buscando porque es todo lo que puedo hacer", ha dicho. "Permanezco en contacto regular con las autoridades y estoy grabando todas mis actividades usando un dispositivo GPS, pasando esta información a la policía y equipos de búsqueda para ayudar a su planificación cuando llegue el momento".

Colegate agradece el apoyo y los esfuerzos "de los muchos profesionales involucrados en la búsqueda de Esther". "No tengo dudas de que han hecho y seguirán haciendo todo lo posible", añade, solicitando colaboración ciudadana por "si alguien ha recordado algo que piense que puede ser relevante".

El rastro de Dingley se perdió a las cuatro de la tarde del 22 de noviembre, cuando envió un wasap a su pareja informándole de la ascensión al Salvaguardia (2.736 metros). Los agentes hablaron con varios montañeros que la vieron cuando ascendía a la cumbre. Desde aquí pensaba ir a pernoctar al refugio francés de Venasque, donde no hay guarda en invierno, y regresar por el puerto de La Glera.

A pesar de que el intenso rastreo en ese pico y sus alrededores no dio frutos, la Guardia Civil mantiene como principal hipótesis un accidente de montaña, ajena a las especulaciones de algunos periódicos ingleses sobre otras posibles causas. La búsqueda se interrumpió por las nevadas a principios de diciembre, aunque según la Guardia Civil esto no significa que se renuncie a localizarla hasta la primavera, ya que los equipos de rescate llevarán su plan de entrenamiento a los valles donde se le perdió el rastro.

La montañera fue narrando día a día en su blog su viaje al Pirineo, a donde llegó en una autocaravana. Antes de recalar en Benasque recorrió el Parque Nacional de Ordesa. El 19 firmó su última entrada, donde decía que por primera vez en dos días se había encontrado con otro excursionista y dudó si ir a otro refugio o bajar con él hasta la autocaravana. Después de ese día se la vio con vida, como han corroborado varios testigos que se la cruzaron el 22 de noviembre en la ascensión al Salvaguardia.

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