El valle de Nocito, desconectado: "Tenemos que recorrer 3 km para ver los wasap"

Desde las vacaciones de Navidad, una avería en la antena ha dejado a esta zona de la sierra de Guara sin cobertura de teléfono móvil, una situación que se repite con frecuencia. 

Piluca Ortas, con varios negocios en Nocito, sufre desde Navidad los problemas de falta de cobertura.
Piluca Ortas, con varios negocios en Nocito, sufre desde Navidad los problemas de falta de cobertura.
Heraldo

Nocito es una de las 321 localidades beneficiadas por el plan de la Diputación de Huesca para extender la banda ancha. La mejora ha sido considerable, pero no ha acabado con todos sus problemas de telecomunicaciones. Desde las vacaciones de Navidad están sin cobertura de teléfono móvil debido a la avería en una antena, con todos los inconvenientes que esto conlleva, hasta el punto de que los residentes tienen que  desplazarse 3 kilómetros en busca de un lugar con conexión para ver los mensajes pendientes. 

Piluca Ortas, al frente de varios negocios en el pueblo (bar-restaurante, tienda de alimentación, campin, bungalós y alquiler de bicicletas), lamenta que ya en agosto vivieron esta situación. Ella reside en Huesca pero pronto empezará la temporada turística y es fundamental tener una buena conexión para atender a los clientes. "Cualquiera que vaya de excursión y se pierda, no podrá llamar a pedir auxilio", afirma. El valle de Nocito, en el municipio de Nueno, es un lugar muy frecuentado dentro de la sierra de Guara. 

"Cuando llamas al servicio de averías de Movistar, empresa de la que depende la antena,  tienes que dar cinco números de clientes para que le den prioridad. En Nocito viven fijas unas 10 personas, pero hay un campin, albergues, bares y restaurantes. El teléfono fijo funciona a través de otra compañía y también va la wifi, pero en cuanto entras en el valle, el móvil ya no te sirve", explica Ortas. Ella conoce las ventajas de la extensión de la banda ancha, porque hasta hace poco, para poder cobrar a sus clientes, tenía que irse con el datáfono a 10 kilómetros, hasta la pardina de Orlato, donde está la antena, en medio del monte. "El datáfono va con la wifi, pero no podemos coger una reserva porque ahora todo pasa por el móvil", se lamenta. 

Allí vive desde hace casi 40 años el francés Bertrán Cauchy, guía ecuestre y dedicado a la cría de caballos. Tuvo el primer móvil en 1994. Pesaba 1,2 kilos y tardaba 12 horas en cargar la batería para una hora de comunicación, recuerda. "Era algo normal. Me desplazaba varios kilómetros y  desplegaba una antena de 2 metros para que funcionara. Pero ahora, casi 30 años después, no puede ser que pase lo mismo", comenta. Y es que desde que ocurrió la avería, asegura, "no puedo hablar por el móvil y me tengo que ir a 3 kilómetros del pueblo, a un sitio del monte donde llegan los mensajes para poder verlos".  

En Nochevieja se quedó sin teléfono, ni fijo ni móvil, tampoco tenía internet. Solucionaron las telecomunicaciones que dependen de Embou, pero las de la otra compañía siguen averiadas. Según confirmaron fuentes de Movistar, hay un problema con un repuesto muy complicado que debe reparar un proveedor. "Estamos trabajando para resolverlo cuanto antes", indicó la empresa. 

Desde Navidad, los vecinos no han parado de quejarse. Bertrán Cauchy devolvió los recibos por los meses que no había tenido servicio. "En el buzón de voz me saltó un mensaje diciendo que mi línea estaba suspendida porque no había pagado. Yo no pago porque no lo arreglan y no lo arreglan porque no pago, pero el hecho es que me están cobrando un servicio que no me prestan y además amenazando con cortar la línea". Finalmente decidió saldar la deuda, 33 euros, y sigue sin servicio. 

Los inconvenientes son múltiples, dada la actual dependencia de los teléfonos móviles. "No puedo gestionar mi cuenta bancaria, ni pagar nada con tarjeta porque cuando hago el pago por internet me mandan un código de comprobación. Y esto desde Navidad. Es una locura. Ya no sé qué hacer, porque en agosto, en plena temporada, también estuvimos 15 días sin ninguna comunicación". 

Además de la organización de rutas ecuestres, tiene un albergue. Los clientes, actualmente, solo pueden hacer las reservas por correo electrónico. No van a abrir en Semana Santa, pero están preparando la temporada de verano. Cuenta que en el pueblo hay un grupo de albañiles rehabilitando una casa y también ellos tienen que desplazarse varios kilómetros en busca de un lugar con cobertura para poder hablar.  

El Ayuntamiento de Nueno, municipio al que pertenece Nocito, también ha hecho gestiones. "Esa antena de telefonía móvil siempre ha dado problemas", según el alcalde, Guillermo Palacín, "y las condiciones meteorológicas tampoco ayudan". Desde que se produjo la avería ha hablado en varias ocasiones con la empresa, "pero siempre me dicen que tienen que llamar los abonados". Pide que se dé "un servicio adecuado, una comunicación digna y razonable".   

  

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