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Cuenta atrás para el tercer envío de bienes a Barbastro mientras sigue el enredo judicial

La jueza debe confirmar aún si acepta las fechas propuestas por el Museo de Lérida para entregar el resto de la colección: 5 y 10 de marzo.

Una de las piezas que llegó en el primer envío al Museo Diocesano de Barbastro.
Una de las piezas que llegó en el primer envío al Museo Diocesano de Barbastro.
DGA

El Museo Diocesano de Barbastro encara una semana decisiva para recuperar otra parte de los 111 bienes que reclaman las parroquias altoaragonesas desde hace 25 años y que el Consorcio del Museo de Lérida debe devolver por orden judicial.

Hasta ahora solo ha podido recuperar 28, que están en sus almacenes pasando la cuarentena covid a la espera de que los expertos hagan un exhaustivo análisis para conocer su estado real y las labores de restauración necesarias. Y quedan pendientes otros 83, los más valiosos de una colección tasada en 7,7 millones.

El Juzgado nº 1 de Barbastro deberá confirmar la próxima semana las fechas de entrega propuestas por el consorcio leridano para el traslado de las piezas restantes: 5 y 10 de marzo. De ser así se cumplirá en su totalidad con el auto del juez Carlos Lobón, que el 17 de diciembre de 2020 pidió ejecutar provisionalmente su propia sentencia, emitida un año antes. Un auto corroborado luego por la juez sustituta Pilar Juste y que ha conllevado la presentación de escritos de protesta de Cataluña y a favor desde Aragón.

Sin embargo con la esperada llegada de las 111 piezas no habrá terminado este largo litigo. Y es que las autoridades catalanas todavía tienen margen judicial en instancias superiores para luchar por que las obras de arte regresen a Lérida. Es ahí donde se va a jugar la siguiente batalla.

Los recursos tardarán años en resolverse

Primero, en la Audiencia Provincial de Huesca ya que la sentencia de diciembre de 2019 del Juzgado de Barbastro, en la que fallaba que las 111 obras en litigio eran propiedad aragonesa –corroborando con ello los pronunciamientos anteriores de los tribunales eclesiásticos-, fue recurrida por los letrados catalanes.

La vista para dirimir esta apelación –a la que se opuso el Obispado de Barbastro-Monzón– podría tardar todavía unos dos años, según estima el letrado de la diócesis altoaragonesa, Joaquín Guerrero, tomando como referencia el juicio de las obras de Sijena.

Una vez que resuelva la Audiencia, es previsible que el asunto llegue al Tribunal Supremo, siguiendo el mismo recorrido legal del litigio de Sijena. "Dependerá de la postura que adopte el obispo de Lérida ya que la Santa Sede ya dejó muy claro que las obras son de Barbastro–Monzón y no hay ninguna prueba en contra. Este no es el mismo caso que Sijena. Ya el Juzgado de Lérida dijo que esos bienes no eran del obispado ilerdense. Si se plantean ir al Supremo, el obispo puede optar por abandonar el Consorcio y amenazar con retirar los bienes para que le hagan caso", recuerda Joaquín Guerrero.

Pero hasta poder iniciar esos pasos, todavía quedan otros nudos por desatar en el Juzgado de Barbastro. La jueza sustituta debe de resolver los escritos de oposición al auto de ejecución provisional de la sentencia. No hay plazo para dar respuesta, pese a que Lérida condicione la entrega de las obras a esa resolución. "La ejecución de la sentencia no se paraliza nunca por muchos escritos que se hagan salvo que el juez la anule. Eso no lo ha hecho la jueza, que sí que deberá responder a esos escritos. La orden de ejecución es determinante y no se puede decir que si no se responde, no se cumple", subraya Guerrero.

En este sentido, tanto el Consorcio Museístico como la Diócesis de Lérida siguen incumpliendo la sentencia que fijaba el 15 de febrero como fecha límite para la devolución de toda la colección. Por ello, los abogados de la diócesis Barbastro-Monzón y del Gobierno de Aragón, que actúa como coadyuvante, han pedido sanciones económicas de 500 euros diarios que todavía tiene que resolver la jueza.

Argumentos de unos y otros

Los recursos contra la ejecución provisional presentados por la Diócesis de Lérida, el Consorcio Museístico y la Generalitat de Cataluña mantienen las tres mismas tesis: los bienes forman parte de una colección indivisible, pese a que a que el Supremo, el Tribunal de Conflictos y el Juzgado de Barbastro ya han descartado este planteamiento; están protegidos por la ley de Patrimonio catalán al ser declarados de interés cultural (el Supremo también lo ha rechazado asegurando que los bienes de una comunidad no podrían ser catalogados por otra); y los posibles daños que podrían sufrir en los traslados a Barbastro y en su eventual regreso a Lérida si se ejecutaba el fallo provisional (esta tesis también se alegó en el litigio de Sijena).

El letrado del Obispado de Barbastro-Monzón confía en que estos escritos sean desestimados ya que "los hechos contradicen estas argumentaciones", asegura Guerrero. "El obispo de Lérida es el que ha pedido al consorcio que se devuelvan los bienes para evitar las sanciones y ya no son indivisibles ni los protege la ley catalana de Patrimonio porque algunos ya están aquí", destaca.

Los letrados aragoneses han presentado sus propios escritos al Juzgado de Barbastro pidiendo la ejecución inmediata y que sea la jueza la que marque los plazos de entrega de las piezas, insistiendo en que se establezcan responsabilidades económica y penales en caso de incumplimiento.

El penúltimo episodio se produjo el viernes, cuando la secretaria judicial reiteraba a las partes que la fecha de entrega de las piezas era el 15 de febrero y que "los recursos, alegaciones y oposiciones planteadas en ningún momento han paralizado la ejecución". Asimismo recalca que el Juzgado no puede resolver antes de que transcurran los plazos de alegaciones concedidos.

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