Los empresarios del Pirineo ante el cierre de las estaciones: "Más de 20 largos meses sin trabajar"

Las asociaciones turísticas exigen "ya y sin demora" ayudas directas a las empresas y una renta básica de subsistencia, tras conocer que Aramón no abrirá esta temporada las pistas de esquí.

Multitudinaria manifestación en Huesca del sector de la nieve en el Pirineo
Multitudinaria manifestación en Huesca del sector de la nieve en el Pirineo
Pablo Segura

El cierre de las estaciones de esquí este invierno (salvo Astún) ha supuesto cero ingresos para el sector del turismo invernal desde el 14 de marzo de 2020, cuando se decretó el primer estado de alarma y la temporada acabó de forma precipitada por la pandemia. Tendrán que esperar a la próxima campaña, la 2021-2022, que empezará con suerte en diciembre. Esto significa "algo más de 20 largos meses sin trabajar" en el caso de muchas empresas, mientras que otras solo trabajaron tres o cuatro en verano. 

Así lo denuncian las asociaciones empresariales, en respuesta al anuncio realizado este martes por Aramón de que mantendrá las estaciones de esquí cerradas y da por concluida la temporada. Muestran su malestar por la decisión en un comunicado firmado por los empresarios de la patronal CEOS-Cepyme; las federaciones provinciales de comercio, servicios y hostelería; y las organizaciones de las comarcas de la Jacetania, Sobrarbe y Gudar-Javalambre y de los valles pirenaicos del Aragón, Tena y Benasque.

Los empresarios, que ya esperaban la noticia, lamentan la situación generada desde que el pasado 19 de diciembre se decidió no abrir las provincias y por tanto, las pistas de esquí. Entienden que la salud es la prioridad, pero destacan que "a fecha de hoy, los datos de la provincia de Huesca son de los mejores de España". "No entendemos el abandono al que nuestro tejido empresarial se ha visto abocado. Sin clientes, sin ayudas, pero con casi todos los gastos fijos para cubrir". 

En estos meses han propuesto soluciones como corredores seguros, aperturas limitadas, o aforos restringidos, y han analizado posibilidades puestas en marcha en otras comunidades autónomas y en otros países, sus ayudas o reducciones fiscales. "Cada vez es más obvio que la industria de la nieve y todos los que dependemos de ella, no importamos en Pignatelli, aunque hemos estando gritando y peleando desde cada rincón para ser escuchados. Es imposible que no nos hayan oído", señala el comunicado en referencia a las más de 20 movilizaciones convocadas por el movimiento SOS Pirineo Aragón.

Actualmente, casi dos meses después de ese 19 de diciembre, las empresas dicen seguir "abandonadas a su suerte" y desesperadas por ver cómo sobrevivir, "y luego nos lamentaremos de que estas comarcas se queden vacías". En su opinión, el cierre de las estaciones de esquí tiene que ver con "decisiones políticas", cuando son motores de desarrollo de la actividad empresarial en los valles, "con la consiguiente ruina del Pirineo y la comarca de Gúdar-Javalambre".

Una temporada perdida

"Ya ha pasado San Valero, ha pasado Carnaval y no tendremos Semana Santa, ya no hay temporada… ya no hay excusas. La temporada se ha perdido, supone mas del 80% de la mayoría de los negocios y el 100% de otros. El año pasado ya perdimos el 25% de la temporada", ha señalado Jesús Pellejero, presidente de la Asociación Turística del Valle de Tena. Reconoce que a diferencia de Cataluña y Andalucía, que sí abrieron sus estaciones, Aragón, donde está el 30% de la oferta de esquí del país, no cuenta con una población suficiente para llenarlas de forma rentable. Los clientes del valle de Tena proceden en un 85% de fuera de la Comunidad, y entre semana, el porcentaje se eleva al 95%.

"Sin embargo, este no ha sido el problema", afirma pellejero. "No hemos podido comercializar nuestra oferta al público aragonés debido al decreto del 19 de diciembre que anunciaba el cierre provincial en la Comunidad de Aragón, imposibilitando así la apertura de estaciones e instalaciones hosteleras", explica, una decisión "incomprensible que los empresarios criticamos con dureza". "Pasamos las vacaciones de Navidad, hasta el 7 de enero, viendo como nuestros vecinos llenaban estaciones de esquí y negocios, mientras nosotros estábamos cerrados", añade en alusión a Cataluña, que aplicó una política de permeabilidad que permitía acudir a la segunda residencia y a hoteles con previa reserva.

El PP pide explicaciones 

El PP se ha sumado al malestar provocado por la decisión de Aramón, "la puntilla", dice, para la economía de los valles. Según el presidente provincial, Gerardo Oliván, el holding de la nieve ha optado por el derrotismo, “incapaz de asumir su papel en una estrategia para buscar soluciones mientras quedara una mínima posibilidad”. "Ni las previsiones sanitarias ni las sociales justifican que se cargue todo el peso económico de la crisis en pymes, autónomos y empresas", añade. 

En referencia a Aramón, sostiene que “una sociedad pública se debe al interés común, y no basta con acabar con todas las expectativas de un portazo. Si la decisión no viene acompañada de nuevas y más ambiciosas medidas, Aramón no cumple con los objetivos previstos en su creación”. Y pide a Miguel Gracia, presidente de la Diputación de Huesca y miembro del consejo de administración de la sociedad participada al 50% por el Gobierno de Aragón e Ibercaja, que dé explicaciones “suficientes, detalladas y, a ser posible, documentadas” sobre su papel en la decisión del cierre, adoptado en una reunión celebrada el martes. Para Gerardo Oliván, “sería impensable que el presidente de la máxima institución provincial, que hace solo unos días suscribió un pronunciamiento en defensa de las estaciones, no haya mantenido ese criterio hasta el último momento”. 

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