Huesca

El castillo de Loarre cierra por la falta de visitantes debido a las medidas covid

El monumento románico recibió un 10% de las visitas esperadas el puente de Todos los Santos y en la última semana no ha ido nadie. La empresa que lo gestiona se plantea dejar su explotación si la situación se alarga.  

El castillo de Loarre ha cerrado por falta de visitantes.
El castillo de Loarre ha cerrado por falta de visitantes.
Laura Uranga

El castillo de Loarre, en la comarca Hoya de Huesca, ha cerrado sus puertas al público de manera temporal debido a las restricciones vigentes para erradicar la covid-19. Ahora, al contrario que durante el estado de alarma decretado de marzo a junio, la actividad turística no está limitada, pero casi nadie se acerca a visitar el monumento románico, que este año conmemoraba su milenario con una serie de actos que, en su mayoría, han quedado suspendidos. 

Loarre Turismo Activo gestiona desde hace años las visitas guiadas a la fortaleza y el centro de visitantes. En temporada de otoño, el castillo está abierto mañana y tarde, con un horario para los recorridos con guía. Roberto Orós, gerente de la empresa, ha explicado que desde el puente de Todos los Santos, a principios de noviembre, nadie se ha acercado al recinto y que durante esos días los visitantes solo fueron un 10% de lo esperado. "La gente no viene porque hay limitaciones a la movilidad y mantenerlo abierto es insostenible", apunta, el también alcalde de Loarre. 

⁣El castillo es  uno de los 21 más bonitos del mundo según la revista National Geographic y está considerado el mejor ejemplo de fortaleza románica que pervive en Europa. Está declarado BIC (Bien de Interés Cultural). Estuvo cerrado desde el 14 de marzo hasta el 20 de junio. Su reapertura coincidió con la llegada del verano.  Durante julio y agosto recibió 20.000 visitas, un 50% que  en los mismos meses del año anterior

Podría considerarse una cifra aceptable, pero no es la época en la que más visitantes llegan. El castillo, en tiempos de normalidad, está abierto todo el año y ha llegado a superar los 100.000 turistas anuales. Todos los meses llegaban hasta allí escolares, excursiones organizadas por agencias y viajes del Imserso. "Hablamos de 500 autobuses al año, que además suponía desestacionalizar el turismo", apunta Orós. "Ahora nos hemos quedado sin público y, lo que es peor, desprotegidos a nivel laboral", añade. 

Loarre Turismo Activo tiene una plantilla de 13 personas. Para once de ellas se ha solicitado un ERTE, "pero los autónomos no tienen nada". "La situación es ahora peor que en primavera", añade el gerente de la empresa. "Esperamos que las restricciones no se dilaten porque, de lo contrario, tendríamos que plantearnos abandonar la explotación" añade. Además de las del castillo, la sociedad gestiona las visitas a la colegiata de Bolea y al santuario de la Virgen de la Peña de Aniés, que reflejan igualmente el bajón de turismo por la pandemia.          

Roberto Orús señala que la situación de Loarre Turismo Activoes similar a la de otras que se dedican a la misma actividad y que se están viendo afectadas por las circunstancias. "Es lo que ocurre cuando la gestión del patrimonio se encarga a pequeñas empresas", apunta. Él confía en que cuando se recupere la normalidad el sector se vea reforzado por una mayor demanda.   

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