El Gobierno apoya una ampliación de Cerler con un mínimo impacto ambiental

El Ejecutivo de Lambán se muestra partidario de aparcar de forma definitiva la gran estación pero sin renunciar a las obras de Castanesa.

Una retroexcavadora, en las obras de adecuación para ampliar la estación de Cerler por Castanesa
Una retroexcavadora, en las obras de adecuación para ampliar la estación de Cerler por Castanesa
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Las obras de ampliación de Cerler por el valle de Castanesa (Montanuy), para pasar de los 77 kilómetros esquiables a 100, han provocado disensiones en el seno del Gobierno de Aragón, con dos de los socios (CHA y Unidas Podemos) en contra. Para limar las diferencias políticas y tratar de alcanzar una postura de consenso, el Ejecutivo de Javier Lambán anunció el lunes su respaldo a un proyecto "renovado" que minimice los impactos ambientales iniciales.

La estrategia pasa por aparcar definitivamente la macroestación planteada hace una década, concretada sobre el papel en un Plan de Interés General Autonómico (PIGA), aprobado en 2010 y aún vigente tras su renovación. Caduca en diciembre de 2020, pero por la pandemia se demora un año más. Eso sí, sin renunciar a la parte de la ampliación por Castanesa, una actuación ya en obras, ni a la reivindicación del valle de Benasque de extender las pistas por el sector de Ardonés.

El Consejo de Gobierno anunció su conformidad con las propuestas del grupo Aramón de modificar el PIGA para limitar los impactos ambientales que generaría la ejecución del plan en su totalidad. Estas se trasladarán al próximo consejo de administración de la empresa participada al 50% por la DGA e Ibercaja, que es el órgano que puede adoptar, en su caso, las decisiones oportunas.

El PIGA de 2010 contaba con cinco nuevos sectores esquiables (Castanesa, Ardonés, Aneto, Isábena y Urmella), un plan muy ambicioso que se llevó por delante la crisis económica. Ahora se quiere limitar su impacto ambiental. El Gobierno se plantea renunciar "definitivamente" a la ejecución de los tres últimos sectores, que están suspendidos porque no se inició sobre ellos la evaluación ambiental, y actuar sobre el que sí la tiene, el de Castanesa. Esto supondría recortar un 60% el proyecto inicial. Respecto a Ardonés, suspendido por las mismas razones, se mantendría vivo "dado que ha sido históricamente una reivindicación del valle de Benasque", señala el Ejecutivo de Lambán, de forma que en el futuro se pudiera someter a evaluación ambiental.

La ampliación por Castanesa, con una fuerte contestación ecologista, representa un 20% del plan inicial. Hace una década contemplaba una telecabina y un gran edificio proyectado por Norman Foster que quedó aparcado. Se opta, en cambio, según la DGA, "por una zona de servicio de mínimo impacto homologable a cualquiera de los frentes de nieve habituales en todas las estaciones de Aragón". E incluso se propone revisar las actuaciones aún pendientes "para optimizar todavía más, si es posible, la compatibilidad ambiental", en aras de acercar posturas entres los cuatro socios del Gobierno. La modificación del PIGA, al implicar cambios sustanciales, conllevará también una nueva tramitación para Castanesa, que podría verse retrasado.

Aramón reanudó en agosto las obras emprendidas en 2019 en el collado de Basibé para la ampliación de la estación de Cerler. El inicio de los trabajos el año pasado provocó el primer choque entre los socios del Gobierno de Aragón, con Podemos y CHA a un lado y PSOE y PAR al otro, y su reanudación volvió a generar disensiones, que ahora se intentan suavizar. La inversión, que podría alcanzar los 40 millones de euros, contempla cuatro remontes, una carretera de 7 km hasta el frente de nieve y un aparcamiento. A los trabajos realizados este verano de adecuación de las vías de servicio, le seguirá en 2021 el primer telesilla del proyecto.

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