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Consternación en el Colegio de Médicos de Huesca por la muerte de los dos doctores y su hija en el accidente de Chalamera
Lamentan la pérdida de esta familia, "muy querida y valorada por su profesionalidad en el ámbito de la medicina militar, la psiquiatría y la atención primaria".
El Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Huesca se ha manifestado "tremendamente consternado y sobrecogido" por el fallecimiento "tan repentino y en circunstancias tan trágicas" de sus compañeros colegiados Domingo Arnal, de 62 años, y Sagrario Marco, de 52, así como de su hija, de 17 años, después de que el jueves por la tarde un camión chocara frontalmente contra el todoterreno en el que viajaban en la A-131, en Chalamera.
En un comunicado emitido este viernes, el Colegio Oficial de Médicos quiere trasladar toda la solidaridad y pesar del colectivo sanitario a sus familias, amigos y compañeros y se pone a su disposición. "Un sentimiento de honda tristeza embarga a los miembros de este Colegio desde que ayer tarde se tuvo conocimiento del fatal desenlace de este suceso que se ha cobrado la vida de esta familia, muy querida y valorada por su profesionalidad en el ámbito de la medicina militar, la psiquiatría y la atención primaria", ha señalado.
El siniestro se produjo en torno a las 16.20 a la altura del kilómetro 20 de la A-131. Al parecer, la principal hipótesis con la que trabaja la Guardia Civil es que el camión circulaba detrás de una furgoneta en dirección a Huesca cuando esta última giró para acceder a un camino rural y el camión, para esquivar la colisión dio un volantazo a la izquierda invadiendo el carril contrario y chocando de frente contra el turismo que circulaba en dirección Fraga.
Al lugar se desplazaron bomberos de la Comarca del Bajo Cinca, la Unidad Móvil de Emergencia de Fraga y el helicóptero del 112, además de la Guardia Civil. No obstante, no pudieron hacer nada por salvar la vida de las tres víctimas, que murieron en el acto. También fallecieron dos mascotas que iban en el mismo vehículo.
Sagrario Marco era psiquiatra en la Unidad Infanto Juvenil ubicada en el centro de salud Pirineos de la capital y médico de familia. Mientras, su pareja, Domingo Arnal, era teniente coronel médico aunque había pasado a la reserva hacía pocas semanas y había empezado a trabajar como médico general en un centro privado.
La familia se había trasladado a vivir hacía unos años a la pequeña localidad de Alerre, situada a menos de 5 kilómetros de Huesca. El alcalde, Francisco José Santolaria, se mostró también conmocionado por la pérdida de esta pareja y su hija, "que eran unos vecinos más". Aseguró que la dramática noticia cayó como un "duro palo" entre los cerca de 200 vecinos de este pequeño pueblo.
