Un ganadero de Campo, indignado ante el segundo ataque de la osa Sarousse a su rebaño: "Esto es un sinvivir"

"Llegas al bosque sabiendo que puede estar por allí", dice José Lancuentra, que ha perdido dos ovejas en pocos días. 

Una imagen de Sarousse captada por las cámaras de control de la población osera.
Una imagen de Sarousse captada por las cámaras de control de la población osera.
DGA

El Gobierno de Aragón ha confirmado este domingo un nuevo ataque de un oso pardo a un rebaño en el Pirineo. Ocurrió la pasada madrugada en el municipio de Campo y es el segundo incidente que sufre el mismo ganadero en una semana. Ambos se atribuyen a la hembra Sarousse, reintroducida por Francia en 2006 e instalada desde hace años en esta zona de la Comarca de la Ribagorza

Sarousse mató a una oveja el pasado 30 de mayo en el monte Cervín y la noche del sábado al domingo devoró otra res del mismo rebaño en ese mismo lugar. Los agentes de la patrulla oso encontraron huellas en las inmediaciones que por su tamaño y por el lugar corresponden a Sarousse.  

Las dos ovejas son propiedad de José Lancuentra, quien convive con este ejemplar de oso pardo desde hace años. "Esto es un sinvivir. No solo por los daños económicos, también por los morales, por la incertidumbre que genera. No tengo miedo, pero llegar al monte sabiendo que está rondando... Me gustaría ver a los animalistas", explica. "En pocos días hemos encontrado dos ovejas muertas, pero no sé si serán más, porque a veces hasta que los jabalís o un zorro no sacan los huesos no te das cuenta", aclara el ganadero, que tiene en el Cervín un millar de reses y pronto iniciará el viaje hacia los pastos del valle de Benasque y el valle de Arán, también con presencia de osos. 

Lancuentra se dio cuenta del nuevo ataque cuando este domingo por la mañana fue a ver el ganado. "Se había dispersado y ya me lo he pensado. Luego los buitres me han marcado donde estaba el cuerpo, he visto huellas y he llamado a los vigilantes". 

Justifica la falta de un pastor eléctrico que proteja a las reses porque en el monte no hay fuentes "y las dejamos sueltas para que beban del rocío". Está proyectando una balsa. Además tiene cuatro mastines. "Son valientes, pero esta osa tiene muchas picardías", dice.

En las últimas semanas se han sucedido incidentes similares en distintas comarcas del Pirineo. Además de los protagonizados por Sarousse en la Ribagorza, otra hembra, Claverina, ha actuado en el valle de Hecho, en la Jacetania.  

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