El Coso de Huesca, (casi) un desierto por el coronavirus

Algunos bares y tiendas se resisten a bajar la persiana, e incluso sacan las terrazas a la calle. Eso sí, con poca clientela.

No todo el mundo en Huesca ha atendido este sábado la petición del alcalde, Luis Felipe, de "quedarse en casa" como medida más efectiva para evitar la propagación del coronavirus. Algunas tiendas y bares del Coso, la principal arteria del ocio y el comercio de la capital oscense, se han resistido a la recomendación de cierre. Eso sí, han sido una minoría y además con poco respaldo por parte de la clientela. 

El domingo la situación cambiará, ya que a las dos de la tarde el Gobierno de Aragón acaba de anunciar la orden de cierre de todos los establecimientos hosteleros, restauración y ocio, casinos, juegos y apuestas y todos los establecimientos salvo los de suministro de alimentación, farmacias y estancos. La orden, que se publicará hoy en el BOA, será efectiva a partir de mañana.     

A primeras horas de la mañana, la apariencia de las calles más céntricas era la habitual de un sábado por la mañana, sobre todo por la actividad en los supermercados, donde han continuado las colas delante de las cajas. Eso sí, algunas tiendas más pequeñas han evitado la  concentración de clientes y los hacen aguardar fuera. "Por motivos de seguridad sanitaria, se establece un turno de entrada al establecimiento de 3 personas. Rogamos que en el exterior del establecimiento mantengan la distancia mínima de un metro de separación", reza el cartel colocado en la puerta de los establecimientos de la cadena Frutosca. 

Pero salvo para comprar alimentos, la gente ha salido poco a la calle. En los escasos bares y tiendas de ropa o calzado abiertas en el Coso de Huesca y las calles aledañas, apenas hay clientes. Una compradora que buscaba una perfumería, después de recorrer toda la calle y ver varias cerradas, finalmente ha encontrado la que le diera servicio. 

En la tienda de Calzedonia, se razonaba la medida con el siguiente aviso: "Informamos a nuestros clientes, que para contribuir activamente al esfuerzo común para contener el contagio, se ha decidido cerrar como medida preventiva". Y al igual que han hecho las sedes administrativas, instando a los ciudadanos a comunicarse por teléfono o vía telemática, las cadenas recuerdan que se pueden realizar las compras 'on line'. 

No obstante, algunos bares, los menos, han mantenido terrazas en la calle. Eso sí, con escaso éxito. La misma imagen del Coso se repetía en la conocida como 'Milla de oro', la calle Padre Huesca, habitualmente a rebosar a la hora del vermú. Este sábado, a la una del mediodía, apenas se observaban dos o tres veladores ocupados. Tampoco dentro, en la barra, había mucha actividad. 

Un ejemplo de esta jornada de mínimos es la estación intermodal, donde un solitario viajero esperaba al mediodía la salida de los autobuses. Los servicios por tren y carretera se han mantenido, como reflejaba el panel de llegadas y salidas, pero con menos usuarios.  

Mientras, en el parque Miguel Servet, habitualmente llenos el fin de semana, columpios y toboganes permanecían vacíos y apenas un puñado de personas paseaba por la zona verde.

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