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Jaca quiere acabar con las 23 chabolas que todavía están en pie en el poblado de San Jorge

El desalojo también es necesario al estar afectado por las obras de la variante de la autovía A-21.

El poblado chabolista de San Jorge está afectado por la futura variante de la autovía.
El poblado chabolista de San Jorge está afectado por la futura variante de la autovía.
Laura Zamboraín

En el poblado chabolista del barrio de San Jorge de Jaca llegaron a residir unas 80 familias de etnia gitana. Hoy en este enclave de infraviviendas solo quedan 23, y la Fundación Thomas de Sabba (formada por el Ayuntamiento de Jaca, Cáritas y la Asociación Gitana Mistós) trabaja con la idea de erradicarlo definitivamente, ya que las construcciones no reúnen condiciones de higiene y habitabilidad. Una circunstancia añadida es que el terreno donde se ubica este barrio está afectado por la construcción de la variante de Jaca, que unirá las autovías A-21 y A-23, por lo que el desalojo en este sentido también se hace necesario.

Este poblado chabolista se creó en los años 60, en un solar propiedad de Cáritas, con la voluntad de albergar a un número indeterminado de personas que no tenían casa. Se les proporcionaron alojamientos provisionales que con el tiempo se convirtieron en definitivos. En los últimos años han sido varias las familias que han abandonado el barrio, para ocupar una vivienda normalizada, algunas por sus propios medios y otras ayudadas por la fundación.

A esto se suma que hace unos tres años se aprobó el Programa Municipal de Erradicación del Chabolismo, que ha permitido la salida de unas cinco familias. "Preocupan sobre todo las familias con niños, porque las condiciones en las que viven, con humedades y calefacción a base de fuego y humos, hacen que de más mayores tengan problemas respiratorios", explica el alcalde y presidente de la fundación, Juan Manuel Ramón.

La entidad compra pisos baratos que luego rehabilita para ofrecerlos a estas familias a cambio de un alquiler social. Pero también ofrece ayuda a los que por sus propios medios quieren salir del barrio. "No solo es comprar pisos, hay un trabajo importante de los servicios sociales", apunta el primer edil.

Y es que primero hay que valorar la situación de cada familia, mediante un plan individualizado, para facilitar el acceso a viviendas normalizadas y fomentar la integración social. Se creó un grupo en la fundación formado por trabajadoras sociales que proponen qué familias pueden abandonar el barrio San Jorge.

"Algunas personas no están acostumbradas a vivir en comunidad y también se les ayuda en eso", añade. Una vez que comienzan a vivir en un nuevo hogar, se les hace un seguimiento para que se puedan adaptar bien a esta nueva forma de vida.

El plan de erradicación del chabolismo de Jaca comenzó cuando quedaban en el barrio 29 familias, pero anteriormente la Fundación Thomas de Sabba ya había ayudado a muchas más. Se creó en 1999 y sus objetivos pasan por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que viven en situaciones de infravivienda en Jaca y facilitar la inserción social.

Respecto a la predisposición de las familias a abandonar el barrio, hay de todo. "Algunas querrían salir ya, pero otras son más reacias a hacerlo", subraya el alcalde. También hay que tener en cuenta que en algunos casos se trata de familias desestructuradas, con problemas que arrastran desde hace tiempo.

Dentro se integra el proyecto de acogida y acompañamiento llevado a cabo por Cáritas Diocesana de Jaca, subvencionado parcialmente a través del Instituto Aragonés de Servicios Sociales. En el periodo 2018-2019 han abandonado el barrio tres familias y quedan pendientes en la actualidad otras 23.

A toda esta problemática de infravivienda se suma la necesidad del desalojo por la construcción de la variante de Jaca. Por el momento, este tramo de autovía ni siquiera ha salido a licitación, por lo que no va a ser a corto plazo. Pero la reubicación de las familias es un proceso largo y complejo, tal y como recuerda Marcos Lera, presidente de Cáritas Diocesana de Jaca. En el caso de que los trámites avanzaran, "habría que desocuparlo más rápido". "Fomento es conocedor de la situación del barrio y el dinero que Cáritas recibiría por esos terrenos lo destinaríamos a reubicar a las familias", asegura.

La Fundación Tomas de Sabba se financia con fondos del Ayuntamiento de Jaca y Cáritas, y la Asociación Gitana Mistós, aunque forma parte de ella, no realiza aportación. El Gobierno de Aragón, a través del fondo de herencias, ayuda con 60.000 euros anuales al plan de erradicación.

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