EMBALSES

Sobrarbe premia al político que se jugó el cargo para salvar Jánovas

Juan Luis Muriel, quien paralizó el embalse del río Ara desde su cargo en el Ministerio de Medio Ambiente hace 20 años, ha recibido la Cruz de Sobrarbe, a título póstumo. También se ha galardonado a Trinidad Grasa.

La madre y los hijos de Muriel y Trinidad Grasa, con la Cruz del Sobrarbe, junto a las autoridades.
La madre y los hijos de Muriel junto a Trinidad Grasa, con la Cruz del Sobrarbe, y las autoridades.
Javier Blasco

Juan Luis Muriel, secretario general de Medio Ambiente con los ministros del PP Isabel Tocino y Jaume Matas, firmó el final de su carrera política cuando cuando en marzo del año 2000 emitió una declaración de impacto ambiental negativa que descartó la posibilidad de construir un embalse en Jánovas para regular el Ara, el último río virgen del Pirineo. Este sábado, el territorio al que salvó de esa presa le ha rendido un homenaje, a título póstumo, con la entrega de uno de los premios de La Cruz de Sobrarbe, que concede el Ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe en el marco de la popular Ferieta. La otra persona a quien ha ido a parar este galardón es Trinidad Grasa, quien ejerció de maestra y directora de la residencia de la comarca. 

A la ceremonia en Aínsa ha asistido el presidente aragonés, Javier Lambán, quien ha recordado la figura de Muriel, "el hombre que paralizó Jánovas", para anunciar una Mesa de Diálogo del Agua. Él ha entregado el premio a los hijos y a la madre de Muriel.   

Muriel falleció el pasado mes de noviembre en Sevilla. Extremeño de origen, llegó a ser presidente del PP en la provincia andaluza. Pero por lo que se le recuerda en el Alto Aragón es por su papel decisivo en el descarte del proyecto de Jánovas, que le costó su carrera política. Años después tuvo oportunidad de pasearse por las calles de Jánovas, cuando ya el Gobierno de España había ordenado la reversión de los pueblos expropiados. Públicamente reconoció que él hizo caso a los técnicos, que tenían "muy claro" que la obra no debía autorizarse por las graves afecciones al río Ara. La ministra (Isabel Tocino) llegó a una conclusión parecida, "pero tenía muchas presiones" y le pidió "que los técnicos rebajaran el tono del informe".

Juan Luis Muriel con su hijo en una calle de Jánovas.
Juan Luis Muriel con su hijo en una calle de Jánovas.
Óscar Espinosa

"Me reuní con cuatro o cinco técnicos y les pedí que si se podía suavizar algo, me dijeron que no, que eso no había quien lo arreglara", relató al programa 'Salvados' de Jordi Évole. El director técnico puso su cargo a disposición del secretario general, e incluso sugirió el nombre de alguien "que podía ser más proclive a hacer un apaño". No solo no aceptó la dimisión sino que Muriel planteó la suya a Tocino. "Me dijo que guardara en un cajón el informe hasta que ella me dijera". 

A Tocino le sucedió Jaume Matas. Este le pidió la retirada del informe negativo del BOE, con la excusa de un error, para poder darle la vuelta. "Le expliqué a Matas las afecciones, lo que contravenía la legislación de Europa, del Estado y de Aragón. Me dijo que eso estaba muy bien pero que redactado de otra forma se podía hacer". Finalmente, se negó a dar marcha atrás y eso le costó el puesto. Ya no volvió a tener ningún cargo público y la declaración negativa salió publicada un año después. De no haber resistido, "aquí habría ahora un embalse". 

Manuel Larrosa, alcalde de Fiscal y amigo de él, se refirió en la entrega del premio a la valentía de Juan Luis al firmar en el año 2000 la declaración de impacto ambiental negativa. "Siempre estuvo convencido de que su decisión fue acertada y hoy, aunque ya no esté entre nosotros, queremos rendirle homenaje".

Por su parte, el Presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, ha entregado el premio a Trinidad Grasa, persona comprometida con el día a día de Aínsa y muy querida en el municipio.  

Trinidad Grasa es una persona comprometida con el día a día de Aínsa.
Trinidad Grasa es una persona comprometida con el día a día de Aínsa.
Heraldo

Trinidad Grasa nació en Casa Grasa de Olsón, estudió Magisterio en Huesca y se estrenó de maestra en El Pueyo de Araguás. En 1966 entró a trabajar en el colegio de Aínsa, instalaciones que fueron precursoras de lo que posteriormente ha sido el Instituto. Allí fue directora del internado. También fue directora de la residencia de ancianos La Solana. Precisamente el presidente Lambán ha aprovechado su estancia en el Sobrarbe para anunciar que se está estudiando la próxima reforma de la residencia, “clave en una comarca envejecida".

El altruismo de Trinidad Grasa lo ha ido desarrollando en otras facetas, incluso desde su jubilación como maestra. Es miembro de diferentes entidades y asociaciones de cooperación y ayuda, además de otras culturales, como Cáritas, Cruz Roja o la Coral de Sobrarbe.

“Este reconocimiento es un homenaje al voluntario anónimo, a todas aquellas personas que, en silencio, colaboran para hacer posible los actos de los pueblos y que son la base principal del desarrollo de los pueblos y de una sociedad más humana”, ha dicho Isabel Bergua, presidenta de la asociación La Morisma en su presentación de Trinidad Grasa. 

En sus palabras de agradecimiento, la galardonada ha hecho alusión al esfuerzo que su familia hizo para que pudiera estudiar y formarse. De su pueblo natal y de su familia recuerda el valor de los trabajos vecinales, del esfuerzo, de las cosas sencillas, el valor del agradecimiento, de la honradez y del buen humor. “Con la edad he sido consciente de que estos valores han sido los pilares para el resto de mi vida”, ha dicho.

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