Desprendimientos en las carreteras ribagorzanas
son las consecuencias de las fuertes precipitaciones de lluvia –que ha sido nieve por encima de los 1500 metros- con hasta 80 litros acumulados en varias zonas de la comarca durante las últimas 24 horas.
La borrasca Gloria ha dejado también rastro de su paso en Ribagorza en forma de fuertes precipitaciones de lluvia –que ha sido nieve por encima de los 1500 metros- con hasta 80 litros acumulados en varias zonas de la comarca durante las últimas 24 horas. Ello ha provocado alguna incidencia en la red viaria que ha afectado a la carretera local Graus-Panillo, donde un desprendimiento ha colapsado durante un par de horas uno de los carriles de la vía aunque no ha impedido la circulación rodada, y, sobre todo, a la carretera A-1605 en que otro desprendimiento registrado a las 9 de la mañana en el punto kilométrico 23 de esta vía, dentro del término municipal de Roda de Isábena, cerraba el paso de vehículos en ambos sentidos durante aproximadamente una hora hasta que los operarios de carreteras del Gobierno de Aragón conseguían abrir uno de los carriles para dar paso alternativo a la circulación. Algo después, sobre las 11,30, llegaban al tramo afectado las máquinas pesadas con las que se ha podido retirar las piedras de gran tamaño caídas sobre la carretera.
Se da la circunstancia de que el consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, visitaba este mismo jueves la zona ya que había acudido a visitar las obras realizadas tan sólo cuatro kilómetros por encima de la zona del desprendimiento, en el tramo entre las localidades de La Puebla de Roda y Serraduy, donde se ha llevado a cabo un procedimiento de emergencia para atender los dos deslizamientos que se venían produciendo en los puntos kilométricos 27,600 y 27,800 y solucionar las deformaciones que presentaba el firme de la calzada.
