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Fomento propone adjudicar la futura variante de Sabiñánigo por 71 millones

El Ministerio ha asegurado este martes que el contrato de obras sí se podrá firmar aunque estén prorrogados los Presupuestos Generales del Estado.

La nueva variante eliminará el actual punto negro de la N-330 a su paso por Sabiñánigo.
La nueva variante eliminará el actual punto negro de la N-330 a su paso por Sabiñánigo.
Laura Zamboraín

El Ministerio de Fomento ha propuesto a la UTE formada por Aldesa Construcciones y Rover Infraestructuras para construir la futura variante de Sabiñánigo por 71 millones de euros. Es el penúltimo paso necesario para iniciar las obras de uno de los dos únicos tramos de la autovía A-23 donde todavía no han entrado las máquinas junto con el de Lanave-Sabiñánigo Este. 

Desde el Ministerio han asegurado este martes que sí podrá adjudicar las obras antes de final de año aunque sigan prorrogados los Presupuestos Generales de 2018 porque el proyecto ya cuenta con autorización del gasto desde que salió a licitación. No obstante, todavía queda que esa propuesta se eleve a definitiva y que supere el plazo de 30 días que otorga la ley para presentar reclamaciones. 

El PAR ha valorado este nuevo avance aunque espera que no haya más retrasos y que efectivamente se puedan iniciar los trabajos este año para que estén concluidas a mediados de 2023.

La Mesa de Contratación de la Sudirección General de la Construcción de Fomento ha propuesto como adjudicataria a esta UTE por lograr la mejor puntuación entre las 21 constructoras que se presentaron. Cinco de ellas fueron excluidas en la última fase del proceso administrativo por haber presentado unas ofertas económicas "anormales o desproporcionadas" al estar por encima del porcentaje permitido para no ser consideradas bajas temerarias.

En el caso de la UTE preseleccionada, ofertó 58.613.473,37 euros (70.922.302,78 euros con IVA incluido), lo que supone un 22,6% menos que el precio base de licitación de 75,7 millones (91,6 con IVA incluido).

El Ministerio ya aceleró a principios de año las expropiaciones para construir esta circunvalación, en vista de que una de las declaraciones de impacto ambiental en las que se apoya el proyecto le obliga a iniciar las obras antes de final de 2019 para que la autorización no caduque. El plazo de ejecución es de 40 meses por lo que si las obras se pueden adjudicar antes de final de año, deberían estar acabadas a mediados de 2023. El proyecto prevé destinar 2,2 millones al pago de expropiaciones y otros 955.000 euros al 1,5% cultural.

Es un tramo de 8,6 kilómetros donde se incluye un viaducto de 934 metros sobre los ríos Gállego y Aurín y tres rotondas. Su puesta en marcha mejorará la seguridad vial ya que es uno de los puntos negros de la actual N-330.

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