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Doble puerta grande en el cierre del ciclo
La Feria de la Albahaca se cerró este miércoles con doble puerta grande de Lea Vicens y Mario Pérez Langa.
Plaza de toros de Huesca. Quinta tarde de abono de la Feria de la Albahaca por las fiestas de San Lorenzo. Casi lleno en los tendidos, en una tarde soleada y calurosa.
Seis toros de la ganadería de La Castilleja, justos de presentación y de desigual juego.
Leonardo Hernández, ovación y silencio.
Lea Vicens, oreja y dos orejas.
Pérez Langa, ovación y dos orejas.
Presidió el festejo Luis López, mal.
La Feria de la Albahaca se cerró este miércoles con doble puerta grande de Lea Vicens y Mario Pérez Langa. Ambos han aprendido pronto cómo se viene a Huesca. Alharacas y lucimiento de la cuadra –sin toro– en detrimento del rejoneo puro, si bien la puesta en escena de la amazona francesa tuvo algo más de distinción.
Vicens cortó una oreja a su primero sin necesidad de estar acertada con los palos ni el rejón de muerte, y en su segundo turno continuó sin ceñirse pero mejoró en los encuentros con el anovillado de La Castilleja. Sobresalieron dos buenos quiebros en los mismos medios que prolongaron su idilio con el sol. Y allí, en la boca de riego, mató con efectividad para cobrar otros dos apéndices que dejaron de ser generosos con lo presenciado después.
El bilbilitano Pérez Langa iba a acompañarla en la salida tras obtener el triunfo con el que cerró la feria. De inicio pasó las de Caín, con más idas y venidas en falso que la encargada –o encargado– de pasar el cepillo en las iglesias. Después se entonó y supo entonar al respetable con entusiastas piruetas y un gran par de banderillas cortas a dos manos. Mató de certero rejonazo, pero olvidó el toreo de verdad que sí trató de alcanzar, por momentos, un Leonardo Hernández que topó con el peor lote.
